Los grises en los controles de drogas que se realizan a conductores en Neuquén

El artículo 48 de la Ley Nacional 24.449 de Tránsito establece que “queda prohibido conducir con impedimentos físicos o psíquicos, sin la licencia especial correspondiente, habiendo consumido estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir”. En base a esta norma y a la ordenanza 13.452, sancionada en 2016, el 16 de junio pasado el Municipio de Neuquén comenzó a realizar controles para detectar el consumo de narcóticos en conductores.

Hasta el momento se realizaron en dos oportunidades y arrojaron resultados positivos. Sin embargo el último fin de semana no se llevaron a cabo y el procedimiento guarda algunos grises que echan sombra sobre el futuro de este tipo de operativos.

Te puede interesar Video: Paso a paso, así detectan a los conductores que consumieron drogas

Similitudes y diferencias

Los test de detección de drogas tienen una dinámica similar a los que se realizan para el consumo de alcohol, la diferencia radica en el tiempo que los dispositivos utilizados tardan en arrojar los resultados. Pueden ser entre 10 y 12 minutos.

Una de las diferencias centrales es que los test de estupefacientes solo arrojan resultados positivos o negativos. No brinda detalles de la cantidad de sustancias ingeridas, como si lo hace el etilómetro.

En caso de que la muestra sea positiva el procedimiento que le sigue es igual al de alcoholemia: “retención de la licencia o retención del vehículo en caso de que no haya una persona que se lleve el auto del lugar”, sostuvo el director de tránsito de la comuna, Facundo Churrarín.

Te puede interesar No hay misterio: así funcionan los alcoholímetros

Al ser consultado por la efectividad de test, el funcionario dijo que no tiene margen de error, solo mide presencia o ausencia de sustancias. Por otro lado sostuvo que en caso de que un conductor se oponga al control “la Ley Nacional de Tránsito y el código de faltas ampara a los inspectores a la presunción positiva, entonces se retira la licencia y se retira el vehículo”. No aclaró sobre que narcótico se presumiría el consumo.

El detector de drogas es un reactivo en el que la persona al volante debe dejar su saliva. Esto se realiza por medio de una almohadilla de se introduce en la boca y se refriega por encías y lengua durante un tiempo no menor a dos minutos.

Cuando recolectó suficiente saliva se deposita en un reservorio de plástico que tiene un medidor con distintos reactivos químicos. Si el conductor consumió sustancias prohibidas, el reactivo acusa la anomalía con colores.

Controles en marcha

En el primer control, realizado el 16 de junio, sólo se detectó un caso de consumo de marihuana.

El segundo fue una semana más tarde y volvió ocurrir lo mismo. En este caso el conductor y uno de sus acompañantes resultaron positivo por cannabis y el restante por cocaína. Como no había otra persona que pudiera hacerse cargo, el automóvil se retuvo por 72 horas.

En ambos casos las personas inspeccionadas dieron su consentimiento para que Gendarmería revisara el auto y no se encontró sustancias ilícitas en el interior de los vehículos. Una situación a la que podrían negarse.

Te puede interesar Un caso positivo en el debut de los controles por droga al volante

“Si Gendarmería encontraba estupefacientes debía iniciar las actuaciones que correspondan por tenencia. Nosotros sólo tuvimos situaciones de consumo en un control vehicular, lo que involucró una acción administrativa que fue derivada al Tribunal de Faltas”, sostuvo Churrarín.

Aseguró que “el juez de Faltas no determina una sentencia distinta si el auto es secuestrado o no, tiene que ver más con la reincidencia o el historial de faltas en el tránsito para el infractor”.

Todavía no hay multas

Por su parte el titular del juzgado de faltas N°1 de Neuquén, Federico Hauck, indicó que hasta el momento “no nos han llegado multas porque han sido infracciones por drogas no permitidas. Hay drogas legales e ilegales, las ilegales van directamente al juzgado federal y la legales van al Juzgado de Faltas, pero hasta el momento no se han detectado”.

Los dispositivos detectaron la presencia de marihuana y cocaína, que son ilegales, y anfetaminas, meta anfetaminas, derivados del opio y metadona, que pueden ser recetadas por un médico.

En el caso de las legales, informó que “como aún no hay casos no hemos definido criterios, en la medida que tengamos alguna infracción la analizaremos. La dificultad radica en que no son métodos cuantitativos como el control de alcoholemia: no determina cantidad ingerida”.

Problemas para coordinar

Cuando se lanzaron los controles se indicó que la modalidad sería similar al alcoholemia, con puestos fijos o de manera aleatoria en la ciudad. Pero es difícil de concretar porque los inspectores municipales dependen de Gendarmería Nacional para realizar los test y el último fin de semana, por ejemplo, se solicitó cobertura pero no pudo ser posible porque la fuerza de seguridad debía realizar otros operativos.

El control de drogas se ampara en el artículo
48 de la ley nacional de Tránsito. La norma dice que no se pude manejar bajo los efectos de estupefacientes.

En los dos operativos de sustancias prohibidas, se detectó además alcohol en sangre: en
el primero fue marihuana y en el segundo, cocaína.

Cuánto tiempo duran los residuos en la saliva

Anfetaminas: hasta 72 horas desde el consumo.

Cocaína: hasta 24 horas desde el consumo.

Marihuana: hasta 14 horas desde el consumo.

Metanfetamina: hasta 72 horas desde el consumo.

Opiáceos: varios días (varía según el agente opiáceo).

Benzodiacepinas: varios días (varía según el agente).

El médico toxicólogo Horacio Trapassi informó que el método de detección en saliva tiene un bajo punto de corte, es decir con pequeñas cantidades en el fluido analizado puede dar positivo. En orina los tiempos de duración de los residuos son mayores.

Sólo con el consentimiento del propietario las fuerzas de seguridad que participan
del control pueden revisar el rodado.

Requisa en vehículos

Neuquén es la única localidad de la región
que cuenta con la tecnología para realizar
las pruebas de consumo de sustancias.

La primera ciudad