Los encargados de controlar al Gobierno en Bariloche, a media máquina
La cuarentena interrumpió el proceso de consolidación del funcionamiento del Tribunal de Contralor luego de la asunción de sus nuevos integrantes. La intendencia debe los balances 2017, 2018 y 2019.
La fiscalización de los actos municipales está en manos de un cuerpo cuyos integrantes son elegidos por el voto popular. Archivo
El poder menos visible de los tres que componen el gobierno municipal de Bariloche es el encargado de vigilar el cumplimiento de las ordenanzas, la ejecución del presupuesto y la legalidad del gasto.
Como el resto de la administración municipal, desde el comienzo de la cuarentena por el coronavirus el Tribunal de Contralor ralentizó su trabajo y no avanzó con ninguna decisión de fondo.
El presidente del Tribunal, Oscar Cannizzaro, admitió que “las expectativas eran otras” y que debieron redefinir las pautas de funcionamiento. Explicó que en los primeros meses del año trabajaron en ciertas tareas habituales del organismo como la revisión de algunos pliegos de licitación, el control de cuentas y la fiscalización de las juntas vecinales.
También se reunieron con el secretario de Hacienda, Diego Quintana, para pedirle que agilice la entrega de los balances atrasados.
Desde entonces el Ejecutivo sólo envió la rendición de 2016, dijo Cannizzaro, y sigue en deuda con los ejercicios posteriores.
El organismo funciona a tiempo parcial, con presencia en las oficinas sólo los lunes, miércoles y viernes de 10 a 13. El resto del tiempo, de ser necesario, mantienen contacto por videoconferencia.
El Tribunal tiene nueva composición desde diciembre pasado. Además de Cannizzaro lo integran Luisa Cid (ambos de Juntos Somos Río Negro) y Estanislao Cazaux (Frente de Todos), por la minoría.
Desde el inicio de la crisis el municipio se ampara en la “emergencia económica, social y de servicios” para realizar compras directas sin licitación ni concursos de precio.
Solo en asistencia social desde marzo pasado el municipio gasta sumas que rondan los 10 millones de pesos mensuales. Muy por encima del limite que obligaría, en condiciones normales, a realizar compulsas públicas de oferentes.
Cannizzaro dijo que realizan por ahora un “seguimiento” de esas compras y que las revisarán en detalle recién después de la emergencia.
El Tribunal tienen “expedientes” abiertos por presentaciones de particulares en temas como el loteo de Valle Azul, la salida de la empresa 3 de Mayo y la actual concesión de transporte urbano con la firma Mi Bus.
También inició un trámite por la compra de víveres realizados al comienzo de la cuarentena, con una sospecha de sobreprecios. “Se está investigando, se pidió documentación y hay ya un dictamen de asesoría letrada” explicó Cannizzaro. Dijo que es prematuro todavía hablar de irregularidades.
El vocal Cazaux coincidió en que mantienen en marcha el “trabajo básico” y también habló –como una de las actuaciones más salientes del cuerpo– la investigación sobre la compra de víveres por montos que habrían sobrepasado los precios de referencia.
Dijo que debido a la situación extraordinaria “hay cuentas pendientes de rendición en todas las áreas del municipio, desde el Instituto de Vivienda, al Mercado Comunitario”.
“Si llegás cuatro años después es poco lo que se puede hacer –dijo Cazaux–. El atraso más grave es el de los balances, porque sin ese instrumento no se puede saber qué hizo realmente el municipio a partir de los presupuestos planteados. Alegaron cambios del sistema, tecnicismos. Lo cierto es que hay oscuridad en este tema”.
Buena convivencia
Aunque tiene un rol de carácter técnico, los miembros del Tribunal son elegidos por el voto popular y los chispazos políticos siempre condicionaron su trabajo interno, en especial durante la gestión 2015/2019, cuando la oposición en minoría fue ejercida por Julieta Wallace, quien impulsó investigaciones en soledad y chocó más de una vez con los otros dos vocales, Damián Fuentes y Maia Thieck, afines al intendente Gustavo Gennuso.
Cazaux dijo en cambio, que la nueva etapa está signada por una “relación buena” que permite alcanzar acuerdos, a pesar de las diferencias. También Cannizzaro dijo que en los seis meses que llevan de trabajo el vínculo fue cordial y “sin inconvenientes”. Cazaux dijo que espera estar a cargo de la presidencia del Contralor (le toca el año que viene) para impulsar cambios operativos que le darían mayor eficiencia.
Comentarios