Los docentes rionegrinos marcan otro récord de licencias
En los primeros cuatro meses del año se otorgaron 13.798. En el 2009 el Estado pagó 65 millones de pesos en reemplazos.Significó sumar casi una masa salarial más al presupuesto.
Luis leiva
luisleiva@rionegro.com.ar
El régimen de licencias docentes sigue siendo un tema de amplio debate en el ámbito educativo en la provincia de Río Negro, y las estadísticas seguramente volverán a desatar una fuerte polémica en un sistema laxo, que carece de mayores controles y muchas veces genera espacios para el abuso de parte de los propios docentes.
El primer cuatrimestre de 2010 marcó un nuevo récord en los últimos 4 años. Si bien los números finales de lo que el Estado deberá invertir en la contratación de suplentes todavía no está cerrado, se estima que será mucho más de los 65 millones que demandaron el año pasado y que significó sumar una masa salarial más al presupuesto anual.
De mantenerse esta tendencia y haciendo una ecuación lineal de los números se podría deducir que al final de este año el gasto se podría incrementar en unos 30 millones de pesos.
Las cifras batieron récords en varios aspectos pero tal vez el que más sobresale es el total de licencias, que llegaron a las 13.798, contra las 8.361 que ingresaron en el mismo período del año pasado, aunque cabe aclarar que este dato resultó más significativo teniendo en cuenta que se registraron más de 40 días de paro de actividades decretado por Unter.
Sólo en este lapso los maestros rionegrinos –de todos los niveles– pidieron 5.437 licencias más que el mismo ciclo lectivo anterior. En el mismo cuatrimestre ingresaron 10.835 y 11.754 en los correspondientes a los años 2008 y 2007 respectivamente. La cifra de este año revela un crecimiento del 65% respecto del ciclo anterior y un 34% en relación al período 2007-2009.
Para enero de este año 16.021 docentes (con más de 24.000 horas cátedra) ya se encontraban prestando servicios lo que significó un aumento del 6% del plantel, en comparación con los 15.406 del año pasado.
En comparación, 7.451 solicitaron alguna licencia contra los 5.097 del año anterior.
¿Por qué la piden?
Acá sí se respetan los motivos históricos. De las que se solicitaron durante los primeros cuatro meses de este año 8.030 (58,2%) tienen que ver con las afecciones comunes mientras que otras 4.379 (31,74%) están vinculadas a la atención de un familiar.
La cifra también es considerada récord ya que salvando los argumentos enumerados con anterioridad, en el 2009 se registraron 4.493 y 2.624, respectivamente.
En orden de pedidos, les siguen aquellas por largo tratamiento y por maternidad.
Andrea Bastián es la secretaria técnica de la Dirección General de Salud en la escuela y aclaró que en el año 2005 se decidió comenzar con este trabajo para llevar un control de las licencias que eleva cada maestro. Pero asegura que resulta sumamente complicado evitar que los trabajadores de la educación hagan “abuso” de este beneficio.
Por un lado existe una serie de normativas que les brinda esta posibilidad y que se encuentran establecidas en la resolución 233 del Consejo Provincial de Educación, y muchas veces son de dudosa interpretación por lo que cualquier reclamo o diferencias que pueda surgir terminan siendo resuelto por los abogados de las partes involucradas, comenta la funcionaria.
Y la otra cuestión es que todos los docentes presentan un certificado médico por lo que según Bastián, resulta complicado cuestionar esos argumentos. “¿Cómo se hace para ir en contra de un certificado médico que justifique una licencia?”, se preguntó.
“Creo que sólo con mayores controles se puede limitar su uso indiscriminado”, dijo.
Con respecto a las cifras que se manejan anualmente en forma oficial por el gasto de licencias, Bastián fue clara al señalar que los 5 millones de pesos que se pagaron en promedio por cada mes del 2009, son de aquellas licencias que efectivamente se tuvo que invertir en el reemplazo de un docente que accedió a este beneficio.
Y no se corresponden con aquellas de uno o dos días que por lo general son cubiertas por el cuerpo directivo de cada establecimiento educativo de la provincia, confió en otra parte de la conversación la funcionaria.
¿Quiénes controlan?
Si por ejemplo un trabajador solicita una licencia de más de 2 días, el director debe pedir un reemplazo. En muchos de los casos, los involucrados desempeñan otro turno por lo cual los gastos se deben multiplicar por dos. Luego y según la patología, el docente debe ser sometido a una serie de estudios para poder determinar de manera fehaciente cuáles son los problemas que presenta.
La directora de una escuela de Roca comentó que a veces se puede dar la situación que por un mismo cargo se paguen tres sueldos ya que si la titular sufre un problema de salud y –por ejemplo– su reemplazante también presenta un certificado. Allí se debe contratar un nuevo reemplazo para el mismo cargo.
Pero lo cierto es que en la mayoría de las ciudades no hay control profesional.
Bastián explicó que en aquellos lugares donde se instalaron médicos auditores las cifras se redujeron notablemente.
Una muestra de ellos son los números que se manejan tras la implementación del sistema en Roca, Choele Choel y Viedma, donde hay una notable baja. En un cuadro comparativo entre los primeros cinco meses el 2007 y el 2008, sólo en Roca se redujeron de 3.053 a 2.317.
El mayor pedido de licencias de este año se registró en la zona del Alto Valle Oeste con 2.513 solicitudes.
Le siguieron Alto Valle Centro (1.901), zona Andina Sur (1.477), Alto Valle Este Regina (1.414) y Valle Inferior (1.314). Las licencias por embarazo se mantuvieron en la media anual.
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