“Los cocineros son nuestros embajadores”
Emprendedor y exitoso creador de una línea de zapatos masculinos, Gastón Greco invita a los mejores chefs del país para la presentación de sus productos.
“Los cocineros son nuestros embajadores”
Emprendedor y exitoso creador de una línea de zapatos masculinos, Gastón Greco invita a los mejores chefs del país para la presentación de sus productos.
Una línea de calzados sustentable, detrás de una historia de emprendimientos y sueños. Un paralelismo con la cocina y un nexo con cocineros forman parte de su filosofía.
Un aventurero emprendedor chaqueño, en plena carrera de arquitectura en la UBA, un día desarmó un calzado con un cuchillo para ver como era por dentro. Dejó el tramontina sobre la mesa, observó y se imaginó fabricarlo por cuenta propia. Mas o menos así podría dispararse la historia de Posco. Hay miles de posibles inicios, pero la idea de desarmar un zapato para luego hacer andar un proyecto increíble suena bien.
Gastón Greco se transformó en la cabeza de una fábrica de calzado argentina que comenzó con una sola persona y plata prestada y se transformó en un eslabón importante dentro de la cadena de emprendedores en un país que se hamaca todo el tiempo.
Sus productos se tocan con la cocina desde muchos lados, sobre todo por la calidad del cuero, el respeto por la materia prima y la cadena de productores que intervienen en el recorrido desde la idea hasta el calzado. Sustentable, renovable y orgánica.
Posco está ligada a la gastronomía desde varios lados. Grandes cocineros como Fernando Trocca, Alex Atala, Hugo Macchia y Leo Lanussol la eligen para sus jornadas de trabajo entendiendo la naturaleza del proyecto.
Cuenta Greco: “ Para mi los cocineros son emprendedores, son unos grandes emprendedores son tipos que tienen una pasión muy grande por lo que hacen, por el producto y tienen muchas horas de vuelo, mucho desgaste, mucha energía puesta en algo y para mi son inspiradores”
“No soy un sabio de la gastronomía. Me gusta la puesta en escena del todo, el cocinero, el espacio, el concepto, los colores. Cada vez que conozco a los cocineros que están detrás de ese plato de comida digo, estos son unos locos apasionados de lo que hacen y ese plato es un fiel reflejo de eso, una pasión por el hacer, una ideología, una forma de pensar y hacer las cosas más allá de un producto en sí”. Gastón Greco
Greco arrancó con una máquina de coser y un capital de cinco mil pesos. Buscaba un calzado para todos los días y que sobre todo tenga un trasfondo de trabajo y pueda involucrar varios actores. Luego compró una máquina industrial que tenía al lado de su cama para dormir y trabajar, dormir y trabajar.
Vendía los pares que hacia los fines de semana, caminando, tocando puertas.
Cuando terminó la facultad montó su primer local en un pequeño pasaje de Palermo, en Capital. Fue él mismo quién se encargó del diseño del lugar, quizá sea su única participación arquitectónica luego de recibirse.
La apertura del primer local de Posco en Buenos Aires fue una noche que cocinó el hermoso y entrañable Hugo Macchia (que se lo extraña mucho) un ser absolutamente mágico y creativo que desde su maravillosa cocina dejó su sello en la historia de Posco: “Se me ocurrió hacer algo a la parrilla en un pasaje y se lo comenté a Hugo, él como siempre para adelante! Se largó a llover, hacía frío, mucho viento se volaba todo! Huguito lo sacó adelante como un grande, nunca me voy a olvidar de ese día” cuenta Greco con énfasis.
La fábrica tuvo su trampolín de visibilidad cuando el presidente Macri apareció con unos zapatos de la marca en televisión. Cocineros, deportistas, periodistas y músicos reconocidos comenzaron a usarlos y se masificaron.
En Posco trabajan Nani y Jorge, dos abuelos del Chaco desde el invierno de 2016. Ellos impulsan “abuelos en acción” un programa para llevar trabajo a la tercera edad, un poco para recuperar la mano del oficio y la sabiduría de ellas y ellos y otro poco para insertarlos en el esquema laboral que muchas veces los deja afuera.
Gastón dice que es clásico para comer, que todo le gusta: “No soy un sabio de la gastronomía. Me gusta la puesta en escena del todo, el cocinero, el espacio, el concepto, los colores. Cada vez que conozco a los cocineros que están detrás de ese plato de comida digo, estos son unos locos apasionados de lo que hacen y ese plato es un fiel reflejo de eso, una pasión por el hacer, una ideología, una forma de pensar y hacer las cosas más allá de un producto en sí, Posco reconoce a la cocina como una turbina emprendedora y de mucho sacrificio…” explica Gastón haciendo un paralelismo entre la cocina y el mundo emprendedor. “Creo que ellos ven en el proyecto un producto de excelente calidad con una puesta en escena transparente y con mucha pasión. Hoy los cocineros son nuestros embajadores….”
Como en la cocina la pasión se aplica inteligentemente y por convicción. “Trabajamos con el modo Slow Fashion, ni por colección, ni por temporada. Vamos tratando de mejorar cada vez más nuestros productos y lanzamos novedades sin acotarnos a un tiempo determinado. El zapato es una excusa para emprender y avanzar”, cuenta Greco.
Datos
- “No soy un sabio de la gastronomía. Me gusta la puesta en escena del todo, el cocinero, el espacio, el concepto, los colores. Cada vez que conozco a los cocineros que están detrás de ese plato de comida digo, estos son unos locos apasionados de lo que hacen y ese plato es un fiel reflejo de eso, una pasión por el hacer, una ideología, una forma de pensar y hacer las cosas más allá de un producto en sí”. Gastón Greco
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