Los brasileños regresaron a Bariloche pero a cuentagotas
Son pocos y de alto poder adquisitivo. No tienen gran incidencia ahora, pero abren el camino para que en la temporada de invierno haya de nuevo turismo extranjero.
Con la apertura de las fronteras, el público brasileño retoma a paso lento sus viajes a Argentina y, en especial, a Bariloche. La incertidumbre por la situación sanitaria producto de la pandemia no es el principal escollo para este segmento turístico, pero sí lo es la falta de conectividad aérea y el alto costo de los pasajes ante la falta de oferta.
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Gustavo Batica, director de TipGroup, una empresa de turismo receptivo, aseguró que el mercado brasileño «ya arrancó aunque muy lento». En noviembre, puntualizó, unos 100 brasileños desembarcaron en Argentina y en diciembre, se esperan alrededor de 300. Para esta época, antes de la pandemia, solían viajar 5.000 por mes.
El 80% del turismo brasileño visita Buenos Aires un promedio de cuatro noches. Bariloche, Ushuaia, Calafate y Mendoza son los destinos predilectos por este público en el interior del país. «Bariloche -aclaró Batica- es un destino que se toma como único, con un promedio de 5 a 7 noches. Es un destino que no suele combinarse: si el pasajero tiene que hacer conectividad en Buenos Aires, viaja ese mismo día».
Calificó «la conectividad aérea con Brasil como un cuello de botella. Eso hace que sea caro. Hoy sólo viaja Aerolíneas, hay algo de Latam y el 20 de diciembre, comenzaría a operar Gol. Lo cierto es que, los pasajes rondan los 900 dólares».
A mediados de octubre, la empresa aérea Gol anunció que volverá a operar vuelos regulares entre Brasil y Argentina, desde el 19 de diciembre, aunque con «un esquema de recuperación gradual y consciente». Luego de 17 años de operar en Argentina, la compañía debió suspender sus vuelos por la pandemia.
Según informaron, operará vuelos diarios desde Aeroparque hasta San Pablo y Río de Janeiro, además de dos vuelos semanales hacia Florianópolis.
Sabrina Poinho Sainz de Vicuña, una brasileña radicada en Bariloche responsable de la firma Destino Sul, aseguró que reciben gran cantidad de consultas, pero también «muchas quejas por los precios de los pasajes».
En este momento, recalcó, recibe pasajeros de San Pablo, Río de Janeiro, Mina Gerais y el sur de Brasil principalmente, aunque «a cuentagotas». «Notamos por las consultas muchas ganas de venir, pero nos manifiestan los pasajes salen el doble de lo que salían en otra época. Y eso pega», advirtió.
Consideró que no hay inconvenientes al buscar hotel ya que «la variedad de categorías permite acceder a distintas tarifas». «Argentina está muy barata en relación al cambio, pero los valores de los pasajes juegan en contra a la hora de tomar la decisión del viaje», indicó.
La mirada no solo está puesta en los pasajes internacionales sino en los vuelos de cabotaje ya que, al haber una altísima demanda y poca oferta, los precios también se disparan.
Batica aseguró que no le preocupa que la llegada del público brasileño sea gradual sino «que se vuelva marcha atrás» con las medidas sanitarias. «Sería lapidario», reconoció.
Consideró que el crecimiento será lento y no representará un flujo significativo, pero el desafío será el próximo invierno. «Todavía habrá consecuencias de la pandemia. Ya se están generando muchas reservas de argentinos, de modo que habrá que ver cómo se convive con el turismo internacional», manifestó.
Este verano promete una ocupación plena en Bariloche de la mano del turismo nacional. «Creemos que, en julio, la situación será la misma. Muchos argentinos ya se están anticipando con reservas; el extranjero, en cambio, consulta y concreta más adelante«, sostuvo Batica.
Recalcó, por último, que la empresa CVC evalúa «retomar el formato de vuelo charter, más allá de los vuelos regulares, aunque no al nivel de la prepandemia. Llegamos a tener casi 17 vuelos charter en julio y otro tanto en agosto en Bariloche».
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