Los bomberos ante las situaciones traumáticas: ¿cómo enfrentarlas?
Voluntarios de la zona se reúnen en Roca con expertos en psicotraumas
ROCA (AR).- «La exposición a situaciones traumáticas está afectando seriamente a todos los bomberos porque no tienen herramientas para saber qué hacer», fue la frase con que resumió su actividad Alicia Galfasó, directora del Centro Psicotraumatológico Argentino (CPA), en el marco del curso de entrenamiento Psicológico de la Emergencia que convocó a 30 bomberos de la zona y que empezó ayer y concluirá hoy en Roca.
De acuerdo al detalle de la especialista, el trauma es una constante en la vida de cada voluntario porque durante todo su accionar está expuesto a diferentes situaciones que serán asumidas de acuerdo con su personalidad y experiencia. Es así que, cuando no logran catalizar todas las emociones «se evidencia una frialdad emocional, poco contacto social, están malhumorados y deprimidos, no pueden sostener su vida familiar. También presentan trastornos, adicciones, comportamientos agresivos, alejamiento de su entorno social y muchas veces existen cuestiones psicosomáticas: úlceras, problemas respiratorios, de circulación, y estrés postraumáticos», enumeró Galfasó.
Alteraciones que, de no tratarse a tiempo, paulatinamente se van transformando en problemas crónicos que se extienden durante toda la vida y que bajan la calidad humana. «No pueden ser ni buenos bomberos ni tener una buena calidad de vida», ilustró la profesional.
Ante ese panorama, y motivados por la falta de capacitación existente en el tema, desde hace dos años el CPA en conjunto con el Instituto Psicotrauma de Suiza se convirtió en el primero en toda Latinoamérica en impulsar acciones referentes a la psicología de la emergencia, rescates y estrés postraumático.
Entre las diferentes técnicas que enseñó ayer Galfasó, una de las más importantes consiste en un ejercicio respiratorio que tiene el objetivo de calmar a una persona que está emocionalmente desbordada porque se acaba de enterar de una noticia o recién llegó al lugar del hecho.
«Esta persona es un potencial peligro para ellos como bomberos porque puede intervenir no correctamente en un situación, obstaculizar el trabajo de ellos o se puede comprometer físicamente al ubicarse en lugares donde no debe estar», precisó la especialista .
En tanto que hoy, los esfuerzos se abocarán en aprender a practicar el reconocido «Defusing», que consiste en la descarga emocional que deben realizar los voluntarios cuando vuelven al cuartel después de una intervención difícil causada por un desenlace fatal, por dificultades para accionar, por una falta de entrenamiento u otros motivos.
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