Los 5 mitos sobre el eclipse solar total

El científico del Instituto Balseiro, Guillermo Abramson, advirtió sobre las creencias erróneas que circulan sobre el fenómeno astronómico.

El físico y divulgador científico Guillermo Abramson, se ocupa de derribar los mitos que circulan sobre el eclipse de sol que ocurrirá el 14 de diciembre. Es físico, divulgador científico, investigador del Conicet y profesor del Instituto Balseiro. Además de contar con esos pergaminos, se considera un astrónomo aficionado y escribe el blog En el cielo las estrellas. Allí donde haya un eclipse, Abramson hará lo imposible por estar y presenciarlo de la mejor manera posible. “Hay que aprovechar que vamos a tener uno muy cercano a nosotros”, expresó. El eclipse solar total ocurre cuando el diámetro aparente de la Luna es mayor que el del Sol. De esta manera, se bloquea toda la luz solar directa y se convierte el día en noche por segundos o minutos. Aquí los 5 mitos que aclaró Abramson:

Los eclipses totales del Sol cuestan plata. No son gratis como otros fenómenos astronómicos, porque hay que trasladarse para poder disfrutarlos. Hay que aprovechar cuando están cerca”.

Guillermo Abramson, físico.

1.- Al momento del eclipse, la persona que lo observa pesa menos
Abramson dejó en claro que esa creencia es falsa. El origen de esta afirmación errónea se relaciona con el efecto del eclipse en la gravedad y en que el peso del cuerpo humano está en mayor parte compuesto por agua.
“No tiene asidero. Un eclipse es igual que una Luna Nueva (algo que pasa una vez por mes), no pasa delante del Sol pero sí entre la Tierra y el Sol”, explica el científico. “El efecto combinado de la gravedad de la luna y el sol tiene una consecuencia gravitatoria que son las mareas”, agregó. “La gravedad afecta por igual a toda la materia del planeta. Que los seres humanos estemos hechos de agua es irrelevante para las mareas”.


2.- Los eclipses son eventos extraños y esporádicos
El físico también desmintió este punto. “Los eclipses vienen por temporadas, a mitad de año y a fin de año. Hay varios eclipses de luna y de sol en esos momentos. Ni siquiera los totales son raros”, contó. “Cada año y medio hay, en julio del año pasado hubo uno que cruzó a la Argentina y se pudo apreciar al 100% en San Juan”, agregó. Para Abramson, sí podría considerarse extraordinario tener dos seguidos “tan cerca” en tiempo y espacio. El próximo en Argentina será en el año 2048. Por lo tanto, estos eventos suceden con frecuencia, pero no tan periódicamente en el mismo lugar de la Tierra. “Los eclipses totales del sol cuestan plata. No son gratis como otros fenómenos astronómicos, porque hay que trasladarse para poder disfrutarlos. Hay que aprovechar cuando están cerca”, comentó.


3.- Los animales se confunden y desorientan
Abramson aseguró que existe “evidencia anecdótica, pero no científica”. Según su razonamiento es algo lógico que los animales se preparen para dormir dada la manera en que se hace de noche por completo durante un eclipse. Sin embargo, no existe una prueba fehaciente que demuestre una reacción especial de los animales en casos de eclipses.


4.- Se puede observar el eclipse con anteojos solares o radiografías
Esa creencia es falsa, ya que la única manera de observar el suceso de forma segura es a través de filtros. A la hora de estar protegidos lo mejor es utilizar los anteojos especiales para eclipses. Una opción válida es utilizar los vidrios de repuesto para máscaras de soldar, que pueden conseguirse en una ferretería. “A partir del número 12 son seguros. El 13 es el ideal, el 14 puede ser un poco oscuro pero también sirve. Es filoso por lo que se recomienda pegar cintas en los bordes”, afirmó Abramson.
Para los más chicos una opción barata y lúdica es proyectar la imagen del sol con una espumadera o colador sobre una cartulina.


“Si se hace sombra, se ven los rayos del sol. Incluso con un clavo y cartón, pueden hacer escribir sus nombres y ver cómo se proyectan”, sugirió el divulgador. Los anteojos de sol, el papel de regalo o de aluminio o las radiografías no son opciones seguras e igual hacen daño. “Lo peligroso es observar el Sol. No es el eclipse en sí mismo. A nadie se le ocurre salir a mirar el sol cualquier día. Lo que daña es mirarlo fijo durante minutos, en un par de segundos no pasa nada”, explicó el científico.
Durante el eclipse total no es necesario utilizar filtros pero sí en el proceso o en los lugares donde se verá de manera parcial. Mirarlo directamente sin nada es dañino y mucho peor si se hace con binoculares o telescopios.

5.- El eclipse produce efectos en embarazadas, alimentos y plantaciones, además de una carga energética o espiritual
Es falso. Abramson aseguró que “el único efecto físico es que la luz está tapada, y eso ocurre todas las noches. La corona solar, el halo que se ve alrededor de la silueta de la Luna, está siempre, pero no se puede ver normalmente”, aclaró el científico a la vez que desmintió los efectos en embarazadas, alimentos y plantaciones. Además, concluyó que no sería un buen aprovechamiento del eclipse poner a prueba estas creencias.
Está claro que producen algo porque la gente viaja para verlos. Lo cierto es que producen emoción, alegría. Sucede con otros fenómenos naturales. Uno quiere verlos por más que haya visto fotos, como con las Cataratas del Iguazú”, reflexionó.


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