Londres reclama “una mayor cooperación con Francia para evitar peores tragedias en el Canal de la Mancha”
El pasado miércoles de un bote con migrantes, que dejó al menos 27 muertos, entre ellos una mujer embarazada y tres niños.
La ministra británica del Interior, Priti Patel, dijo este domingo que reclamará “una mayor cooperación” a los países europeos para evitar “peores sucesos” en el Canal de la Mancha que el hundimiento el pasado miércoles de un bote con migrantes, que dejó al menos 27 muertos, entre ellos una mujer embarazada y tres niños.
En un comunicado, Patel, que no asistirá a una reunión con varios de sus homólogos comunitarios hoy en Francia después de que se le retirara la invitación, aseguró que “seguirá presionando” para obtener la colaboración de la Unión Europea (UE) en la gestión de la migración, pues no hacerlo podría resultar en más tragedias “en el agua helada, durante los meses de invierno”.
”He dicho una y otra vez que no hay soluciones rápidas, ni balas de plata. El Reino Unido no puede resolver este asunto solo, y en toda Europa debemos dar un paso adelante, asumir la responsabilidad y trabajar juntos en momentos de crisis”, afirma en la nota.
”No evadiré el desafío que afrontamos”, señala la política conservadora, que indica que “la semana próxima” persistirá en sus contactos con colegas de la UE.
El Gobierno francés organiza este domingo una reunión con la Comisión Europea y responsables de migración de Holanda, Bélgica y Alemania para reforzar el control en el Canal de la Mancha -situado entre Francia e Inglaterra-, de la que excluyó al Reino Unido en respuesta a una carta enviada por el primer ministro británico, Boris Johnson, al presidente francés, Emmanuel Macron.
En la misiva, difundida el viernes en redes sociales, Johnson pedía, entre otras cosas, un pacto para retornar a Francia a inmigrantes indocumentados llegados desde allí a Inglaterra y patrullar conjuntamente la costa francesa para impedir el fletado de embarcaciones clandestinas, lo que París percibe como una invasión de soberanía.
El Gobierno conservador británico está bajo presión para frenar la llegada de inmigrantes en situación irregular, después de que no hayan funcionado algunas de las medidas que pensaba introducir tras el Brexit, como enviar a los solicitantes de asilo a terceros países para tramitar sus peticiones o poner barreras en las aguas del Canal, la principal vía de entrada desde el continente.
Antes de abandonar la UE el 31 de enero de 2020, Londres podía recurrir a la normativa comunitaria Dublín III para retornar a inmigrantes al primer país europeo al que habían llegado antes de recalar en suelo británico, algo que ya no puede hacer al no haber negociado un acuerdo alternativo.
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