Logos, un remedio heavy contra la gripe
Tras una suspensión por la emergencia sanitaria, la banda metalera se presentará el sábado en el Club del Progreso de Roca. "Río Negro" habló con Alberto Zamarbide, su vocalista.
Esta banda de heavy metal nació en 1990, integrada Alberto Zamarbide en voz, la guitarra de Miguel Roldán, Adrián Cenci en batería, tres ex V8, y el bajista José Amurín. Dos años más tarde grabaron el disco debut, «La industria del poder». La segunda placa, «Generación mutante» se editó en el 96 -producida por Rudy Sarzo, ex bajista de Ozzy Osbourne, Quiet Riot y por entonces músico de Whitesnake- cuyos temas más recordados son «Arden en el cielo» y «Muerte sin gloria». En setiembre de ese mismo año participaron en el festival «Monsters of Rock» en el estadio de Ferro junto a Megadeth y Alice Cooper. Invitados por MTV Latina tocaron en Nueva York y Miami. «Tercer acto», tercer compacto, en vivo, es de 1998; «Plan mundial para la destrucción», del ´06. En diciembre de 2008 presentaron «A través de los tiempos», producido por Roldán. Luego de una gira de más de 40 mil kilómetros por Argentina, Uruguay, Chile y Brasil, Logos incluyó en su material reversiones de V8 y algunas de temas propios. La formación Beto Zamarbide, Roldán, Walter Scasso en bajo y el baterista Marcelo Ponce, no es la primera vez que visita la región.
Tarde de verano en Miami donde Beto vive desde hace casi doce años. El teléfono lo une a «Río Negro» y a un montón de recuerdos compartidos. «Llegué en el ´97, aquí tengo mi familia. Hice mi vida, estuve trabajando en diferentes áreas y estudiando lo que más me gusta: la música, en el Miami Day College. Cuando surgió la posibilidad de la vuelta de Logos en el 2004, nos encontramos en un festival en España y decidimos reiniciar el camino en una dirección que apuntaba no solamente a hacer algunos conciertos, sino a continuar y desarrollar el grupo como lo hicimos durante los ´90».
-Volver significa rehacer los temas que antes tocaban, la estructura sonora de la banda, contemplar la evolución de cada instrumentista. ¿Cómo fue ese proceso?
-Si bien las vueltas nunca son fáciles, sostener un grupo es muy complejo. Más sencillo es una carrera solista porque simplemente contratás a los músicos que querés, armás tu proyecto y ya? Sostener una banda como Logos que ya tiene identidad propia, imaginate! Mirar hacia atrás es ver todo lo que habíamos hecho. Nuestro debut fue de por sí muy significativo y esperado, por otro lado, porque volvía a tocar el remanente de V8? Volver implicaba mostrar un material único y muy bueno, de lo contrario para qué? Artistas puestos en esa situación, muchas veces fracasan.
-O reiteran la fórmula. No se nota el salto del tiempo que han estado separados.
-En nuestro caso, volvimos pensando trabajar bien duro, aunque yo viva aquí. Miguel, mi socio en todo esto, está en Argentina. La mano venía brava pero ayudados por internet y las grabaciones digitales, lo hicimos y dimos forma a «Plan mundial para la destrucción» que grabamos durante el 2006 y salió a la venta casi a fines de ese año. Como tuvo una repercusión muy buena, pudimos marcar el sello del nuevo Logos con Marcelo y Walter. Trabajar con ellos dos nos hizo bastante más llano el camino, fue una integración maravillosa. Hace más de seis años que estamos juntos, antes tocaban en Cruel Adicción, la banda solista de Miguel. Todo eso devino en generar una química integral entre nosotros? Con Miguel tuvimos esa, no sé si llamarla así, bendición. Hasta hoy, la integración ha aumentado, vamos ensamblando las ideas, la forma de tocar. En el 2008 terminamos con el DVD que -como habíamos tocado en Obras solos por primera vez en nuestra historia- decidimos grabar y filmar y lo terminamos promediando el año. Hacia su final, concluimos «A través de los tiempos», disco de los clásicos de Logos y temas de V8 que siempre nos quedamos con ganas de darle una producción; cosa que antes no habíamos podido concretar. Lo lanzamos entre diciembre y enero pasados y en marzo comenzamos a girar por Argentina, presentándolo en vivo.
-No es la primera vez que vienen a la Patagonia.
-En la Patagonia estuvimos el año anterior y fue un éxito bárbaro, la gente de Roca nos recibió de manera increíble; en Puerto Madryn también, donde tocamos en un acto para recordar a un muchacho (Héctor Levicoy) que habían matado en un hecho confuso, un crimen nunca bien esclarecido. Compartimos un almuerzo con sus amigos y sus padres, su familia, y a la noche hicimos un recital organizado por los mismos metaleros de Madryn. En Roca estuvimos con Oscar Dabus, un productor local genial; la esposa también, una familia maravillosa que nos albergó en su casa, personas macanudísimas. Después terminamos en Bariloche en Feet Up, la vieja discoteca donde quedó público que no pudo entrar, estaba repleta? Con lo hecho en la primavera del 2008, volvemos en julio a estas dos últimas ciudades.
Definiciones
«Hace mucho que estamos en este paño, casi treinta con Miguel; juntos, el por su lado, yo por el mío. La alegría de disfrutar lo que nos gusta hacer, la música, es uno de los ingredientes más a la vista que tiene Logos. Si me pongo como público, lo primero que se percibe sobre el escenario es esa alegría, que somos cuatro tipos venidos de diferentes escuelas dentro del Metal, unidos por un cariño muy profundo. Hay además una integración tomada de la mano de la experiencia y el placer. Nos tocó la suerte, por así decirlo, de ser estrellas del rock con V8, pero con Miguel, cuando decidimos armar Logos, tuvimos bien claro qué queríamos hacer, una progresión de lo que no pudimos concretar en V8. Y creo que está logrado. ¿Nos creemos que somos unas rock stars o vamos a estudiar, a laburar? Logos se relaciona con todos estos elementos. Con lo que Miguel creció como persona y como músico en estos años, con lo que yo crecí aquí, en este país que vio nacer el rock…», dice Beto desde el otro lado del teléfono.
Y agrega: «Lo que transmitimos en las letras, la lírica, lo que tenemos para decir, también ha cambiado. En la vuelta de Logos podríamos habernos agarrado de los viejos valores metaleros contra la policía, los militares, pero pensamos que debíamos dar un salto. El hombre actual de este mundo globalizado, de esta pequeña aldea que se va formando, tiene una problemática muy distinta a la de los ´90 y ´80. Es más fácil darle al público lo que quiere escuchar, pero no, el Metal en Argentina es un género que se ha formado y tiene raíces bien contraculturales, muy de lucha, de resistencia. Con el «Plan mundial para la destrucción», creímos que la gente se iba a sentir identificada porque hablamos en el idioma que se maneja hoy.»
Beto Zamarbide y Miguel Roldán se presentarán en el Club del Progreso de Roca (San Martín y Maipú) el 18 de julio a partir de las 21. Las puertas se abrirán a las 19. El comienzo del show estará a cargo de las bandas regionales Monasterio, Nordica y Brio, a partir de las 21. No se permitirá el acceso con cintos y encendedores.
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