Llevan atención médica y psicológica a los damnificados por los incendios en la Comarca Andina
En los últimos días, un equipo de médicos, psicólogos y enfermeros de los hospitales de El Hoyo y Lago Puelo comenzó a salir a terreno cada mañana para ofrecer ayuda a los damnificados.
El panorama en la Comarca Andina es desolador. Lo que antes era un paisaje verde y pintoresco rodeado de viviendas y chacras, hoy es una postal gris. Muchas familias limpian los terrenos con la esperanza de volver a levantar sus casas en un mediano plazo, otros cuelgan nylons de las pocas paredes que quedaron en pie. Algunos pasan las noches en carpas para evitar que ocupen sus terrenos; otros, en los autos que se salvaron de milagro de las llamas. Hay quienes han tirado colchones sobre los vestigios de las cenizas para que duerman los más chicos.
En los últimos días, un equipo de médicos, psicólogos y enfermeros de los hospitales de El Hoyo y Lago Puelo comenzó a salir a terreno cada mañana para ofrecer ayuda a los damnificados.
“Mucha gente se quedó sin movilidad. Se quedó sin nada. Entonces no podemos esperar que ellos vengan a pedir ayuda. Si bien tenemos la guardia activa para la demanda, se han formado estos grupos y están saliendo”, señaló Febo Sosa, director del hospital de El Hoyo.
El médico contó que, en un primer acercamiento, los profesionales preguntan por las necesidades básicas insatisfechas y constatan el estado de salud de la gente. Puso como ejemplo que muchos perdieron todo, incluso los medicamentos que quedaron en las casas arrasadas por el fuego. “Los médicos hacen controles y los enfermeros quizás hacen alguna curación. También se ofrece un servicio de salud mental y acompañamiento terapéutico. Es lo más complejo”, indicó Sosa.
Reconoció que “ahora viene un trabajo arduo y muy largo. Cada familia que se visita es una historia para abordar distinta. Generalmente están en la zona de desastre y no vas a encontrar nada bueno. Pero se trata de dar una contención del cuadro por el que están pasando”.
“Imaginemos la situación de la persona que no tiene nada y tiene que estar viviendo de donaciones – continuó el médico-. Hay muchos chicos viviendo situaciones complejas y jugando en medio de la desolación”.
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