Libertadores: Boca le ganó 2-0 a Paranaense y está en los cuartos de final

Terminó siendo un trámite para Boca. Fue de menor a mayor y acabó ganando por demolición ante un desdibujado Athlético Paranaense, al que venció con claridad por 2-0. Se esperaba mayor resistencia por parte de los brasileños, aunque fue mérito de Boca construir de a poco una victoria sólida y sin mayores sobresaltos.

Ahora será el turno de enfrentar a la Liga Universitaria de Quito en cuartos de final, y si bien nadie en el Mundo Boca desea adelantarse a los hechos, una posible revancha ante River en Copa Libertadores, ya late en el corazón xeneize.

Las posibilidades para Boca no tardaron en aparecer en el partido. Apenas se había jugado 11’ cuando Nicolás Capaldo apareció pisando el área y de zurda, le dio al arco. El disparo llevaba destino de gol, pero Fabio apareció por primera vez en la noche de La Bombonera.
Sólo cinco minutos después, Ábila encaró al arquero brasileño y cometió el peor error de un ‘9’: no fue egoísta. Le cedió el tanto a Nández, pero el uruguayo le quiso romper el arco a Fabio, quien puso el cuerpo para la salvada de su equipo. Era el gol de la despedida para el volante, quien seguirá su carrera en el Cagliari.

Paranaense daba ventajas atrás aunque de pelota parada casi sorprende a Boca con un tiro libre de Nikao, que se fue apenas afuera. De aquí hasta diez minutos para el final de la etapa, el partido se equilibró. Boca se vio frustrado por las chances perdidas y el rival comenzó a animarse.
De todas maneras, antes del descanso, Boca tuvo dos posibilidades muy claras para irse en ventaja. Una después de un centro de Zárate que Capaldo capitalizó de cabeza en el segundo palo, y que Izquierdoz no pudo empujar, y otra luego de una pifia de Wanchope, solo ante Fabio, tras una nueva asistencia de Zárate. Sin embargo habría revancha para el delantero, que tendría una más y esta vez no fallaría.

En la primera ocasión de riesgo del complemento, Ábila recibió de espaldas, encaró y superó con un gambeta corta a Pedro Henrique y definió a pura potencia. A partir de ahí fue todo de Boca, quien ganó en tranquilidad con la ventaja.
Con disciplina y fervor contuvo los tibios intentos brasileños, quienes no tuvieron ni el fútbol ni las fuerzas para intentar dar vuelta la historia.Sólo hubo un remate de Marco Ruben que Esteban Andrada sacó con esfuerzo al primer palo.

Hubo tiempo para que Alfaro ordenara la salida de Nández por Eduardo Salvio, para que la multitud despidiera al aguerrido volante uruguayo. El cambio le salió bien al DT ya que el Toto marcó el 2-0 cuando el partido se moría.

Ahora al Xeneize lo espera la Liga de Quito en cuartos, y si pasa y River hace lo propio en su serie contra Cerro Porteño (que anoche eliminó a San Lorenzo), habrá Superclásico. Pero esa es otra historia…