Ley Justina (II)

Basada en generalidades y sin protocolos específicos ni presupuestos para su implementación, la ley Justina está lejos de las expectativas bienintencionadas de los legisladores que aparentemente pretenden que los mismos hospitales que hoy no tienen implementos básicos para cirugía menor se transformen en bancos y centros de distribución en el complejo y costoso proceso de transplante de órganos. Dejando de lado las posibles aberraciones en un país que exuda corrupción, realidad que hemos visto una y otra vez. Esta ley en el mejor de los casos sólo llevará a la creación de otro ministerio y más puestos ñoquis.

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