Las tres científicas que detectan el virus en Bariloche
En el Laboratorio de Biología Molecular del hospital Ramón Carrillo una bacterióloga clínica, una genetista y una licenciada en Biotecnología trabajan sin pausa para hacer los testeos.
A fines de marzo, la vida de tres científicas, María Laura Álvarez, Patricia Blanco y Yésica Espasadin dio un giro de 180 grados. Analizan entre 30 a 40 muestras de coronavirus en promedio por día en el hospital Ramón Carrillo. Los hisopados no solo provienen de Bariloche sino también de El Bolsón y de Ingeniero Jacobacci.
Si bien el procesamiento de las muestras comenzó el 9 de abril, los días previos ya se venían realizando pruebas en el Laboratorio de Biología Molecular del hospital de Bariloche. “El día de bautismo arrancamos con 65 muestras. Eran las 12 de la noche y seguíamos con los análisis”, recordaron.
La responsable del Laboratorio de Biología Molecular, María Laura Álvarez, llega a las 7.30 al hospital y se va a última hora. “Descansá”, le indica cada noche el director del hospital Ramón Carrillo, Leonardo Gil, cuando termina de pasarle el reporte con los nuevos casos confirmados de coronavirus.
Los resultados, a la vez, se cargan en el Sisa (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino), información a la que acceden tanto el Ministerio de Salud de Río Negro como el de Nación.
“Prácticamente vivo acá en el hospital”, admite Álvarez, médica veterinaria y bacterióloga clínica oriunda de Lanús, provincia de Buenos Aires. Su situación actual no dista mucho de la de sus dos compañeras.
A analizar
- 30 a 40
- muestras analizan en promedio a diario. Pero la cantidad varía y han llegado a realizar 65 testeos en un día.
Blanco, licenciada en Genética, reconoció que la principal fortaleza del equipo de laboratorio es la multidisciplinariedad. “Si bien somos un equipo que se conformó en la contingencia, venimos de la biotecnología, la genética, la bacteriología y tenemos experiencias en varios ámbitos. La pandemia nos agarra bien paradas y somos muy conscientes de lo que hay que hacer”, destacó la cipoleña.
“En el ámbito de salud –añadió– pasamos muchas horas, mucha tensión, hay mucho cansancio y exigencia. Además del enojo de la gente porque quizás el estudio le dio positivo. Todo es comprensible”.
El procesamiento
Las muestras consisten en un hisopado nasofaríngeo que provienen del “consultorio de respiratorios”, de la Unidad de Cuidados Intermedios, de Terapia Intensiva, de Pediatría, la Terapia Intensiva Pediátrica y de los centros privados.
“Consideramos que el mayor riesgo lo corren los médicos que atienden a los pacientes. A nosotras nos llega la muestra”.
María Laura Álvarez, médica veterinaria y bacterióloga clínica.
“Hay todo un protocolo de transporte de las muestras de una manera biosegura hasta el laboratorio de biología molecular”, detallaron.
En primer lugar, se rotula la muestra y se la coloca en tubos de transporte para comenzar el procesamiento con la técnica PCR Real Time. “A priori, –aclaran– se desconoce si esa muestra tiene mucha o poca carga viral”.
El procesamiento se concreta en una “cabina de seguridad biológica clase dos que permite proteger al operario pero también a la muestra. Como es material infeccioso, inactivamos la muestra con una solución química y a partir de ahí la podemos seguir trabajando de manera más segura”, explicó Álvarez.
“Estamos acá gracias a nuestras familias. El papá de mis hijas me ayuda a cuidarlas para que yo pueda estar concentrada”.
María Laura Álvarez es de Lanús y vive hace tiempo en Bariloche.
El trabajo lleva horas. “En el inconsciente, la gente quizás piensa que metemos las muestras a un aparato que expresa el resultado. No es que el hisopado ingresa a un equipo de última generación que nos dice positivo o negativo”, sintetizó la bacterióloga.
Usan un equipo de protección conformado por camisolines, mamelucos, barbijo n95, máscara, guantes y cofias. Todo es descartable. “Hay que tener mucho cuidado de no tocar nada que contamine las superficies. Hay todo un procedimiento que realizamos tres personas, con pasos concatenados y controles de calidad”, explicó Espasadin.
Esta doctora en Medicina y licenciada en Biotecnología agregó: “El laboratorio es operario dependiente y recién a las 5 se obtienen los resultados hipercontrolados que luego se ofrecen a la dirección del hospital”.
El proceso también contempla la evaluación del entorno epidemiológico de cada persona con los equipos de epidemiología e infectología. “Nosotras somos un eslabón de otros equipos que trabajan en este mismo tema”, advirtieron.
“Trabajamos con la incertidumbre de cada día. Me voy a mi casa a la noche pensando con qué me encontraré mañana”.
Patricia Blanco es licenciada en Genética
En Río Negro se utilizan dos protocolos para el procesamiento de las muestras: uno del Instituto Malbrán y otro, de Corea. “Si tenemos dudas con un protocolo porque el paciente tiene una carga viral baja, el otro protocolo nos permite definirlo”, explicó Álvarez.
Las tres coinciden en que “no se dan tiempo para tener miedo. Somos muy conscientes de la situación que atravesamos. Le ponemos buena onda, tratamos de no detenernos en los problemas sino en las soluciones”, aseguró Álvarez.
Y agregó: “Somos personas que venimos trabajando en diagnóstico desde hace años. Hoy es coronavirus; otros años ha sido tuberculosis, diarreas. Sabemos que nuestro trabajo genera acciones de salud pública para enfrentar la situación de pandemia”.
La familia
No lo dudan. Tantas horas de trabajo y el nivel de exigencia y estrés por la coyuntura de la pandemia se facilitan a través del acompañamiento y la paciencia de sus familias. “A mis hijas no las veo en toda la semana, solo el domingo. Jesica tiene dos nenes chiquitos que hoy la ven un ratito a la noche cuando llega. Y la pareja de Patricia la espera a la noche. Está agradecido de que lo visite”, bromeó Álvarez.
Espasadin reconoció que “como en el hospital, toda la atención está dedicada al procesamiento de las muestras, muchas veces al llegar a casa nos ponemos a leer artículos y compartimos experiencias con otros equipos de laboratorio de biología molecular del país”.
La pandemia, coinciden, ofrece nueva información día a día y pusieron como ejemplo, el caso de pacientes que siguen dando positivos pese a que ya pasaron más de tres semanas del diagnóstico. “Lo hemos charlado con compañeros de otros laboratorio del país y la situación es similar. Pasa que este virus es nuevo”, indicó.
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