Las tomas y cómo enfrentar el invierno

La toma en Casimiro Gómez ya cumplió tres meses. La pandemia hizo que una gran parte de los ocupantes abandone y que hoy se esté lejos de las más de 1.500 familias en el lugar. Dentro de la ocupación se generó una división entre el sector que representa Emmanuel López, el principal vocero, y otro que sigue en el terreno pero que participa de las negociaciones con el municipio.

Desde el asentamiento, señalaron que lo más difícil en estos días, es pasar el frío: “se está poniendo jodido con el frío, y tratamos de resguardar a los que tienen menores. Acá el viento pega fuerte”, contó Marcela Yáñez, una de las delegadas.

Ante esto, dijo que reforzaron más sus casillas. “Estamos charlando y viendo cómo seguir. Cuesta más por la pandemia pero la negociación sigue con el municipio”, dijo Marcela.

Marcó que el desafío de cada día es tener para comer. ”Tratamos de ayudarnos entre todos. Uno ponía un fideo, otro otra cosa. Es una colaboración entre todos los vecinos. Algunos que pudieron resguardarse en otro lado por ahí vienen cada tanto y ayudan”, dijo. Comentó que uno de los delegados abasteció con agua a las familias, aunque indicó que es un recurso escaso. Agregó que en estos días recibieron donaciones de artículos de limpieza.

Marcela reveló que hubo sectores del asentamiento que decidieron apartarse de Emmanuel López, el principal referente de la toma de la meseta. “Hay ocho sectores que nos apartamos de López porque no nos gustó su ideología y su forma de pensar. Él nunca peleaba por la tierra en sí”, expresó la mujer.
Emmanuel López, por su parte, afirmó que no se moverán del lugar sin una propuesta concreta. “Aquí nos quedaremos en estas tierra que decidimos se conviertan en nuestro lugar, en nuestro barrio”, apuntó.

La división entre las personas del asentamiento la atribuyó a “punteros políticos” y a que son el sector “más combativo contra el gobierno”.

“El gobierno por todos lo medios a intentado des legitimar nuestra lucha. Mandando a punteros políticos a aprovecharse de la necesidad extrema de la gente intercambiando cheques de alquiler y la promesa de futuras tierras con tal de abandonar las tierras y la lucha”, sostuvo López.

Antes de la pandemia, funcionaban diez comedores. Hoy se redujo a uno. ”Estamos asistiendo a 80 personas por día, con recursos propios porque no ha llegado ninguna asistencia del gobierno, dijo Emmanuel López.

El municipio continúa con el diálogo con una parte de los integrantes del asentamiento en Casimiro Gómez para que dejen el lugar. El Coordinador de Urbanismo y Hábitat de la municipalidad de Neuquén, Marcos Zapata, es el encargado de llevar las negociaciones con los distintos referentes de los ocupación.
A mediados de abril, uno de los que firmó un acuerdo con el municipio y desocuparon, fue el grupo que se encontraba sobre Casimiro Gómez y Autovía Norte, que reunía unas 60 familias. Los ocupantes que abandonaron el sitio dijeron que lo hicieron con el compromiso de la comuna de que se les iba a otorgar un terreno y que dos personas que no tenían ningún lugar para alojarse iban a recibir un cheque de alquiler.