Las privatizaciones eléctricas vuelven a estar en debate por los cortes de luz
Los apagones que sufrió la Ciudad de Buenos Aires y Conurbano recientemente desempolvaron viejos debates sobre el servicio. Ocurrieron en la misma semana que el gobierno anunció una suba del 20% en las tarifas.
Los días de calor produjeron un récord de consumo que derivó en interrupciones en el servicio eléctrico. (Foto: gentileza Telam)
Por Francisco Manes
Los múltiples y extendidos cortes de luz que sacudieron a Buenos Aires durante fin de año y principios de 2022 volvieron a generar las condiciones para que un sector de la sociedad y del oficialismo reclamara por la estatización o quita de concesión de Edesur, la distribuidora eléctrica que opera en Capital Federal y el conurbano bonaerense.
Para colmo, ocurrieron justo en la semana en la que el Gobierno anunció un aumento acotado de las tarifas de energía, de un 20% anual por única vez. El porcentaje quedará muy por debajo de la inflación, de manera de mejorar el salario indirecto de la población. Correlación no implica causalidad.
Con un pico de casi 90.000 usuarios fuera de servicio, el Gobierno reaccionó con la información de que sancionará a Edesur con $ 240 millones, que deberán devolver a los afectados a través de las facturas. Pero cuando se difundieron las resoluciones 1 y 2 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) quedó en evidencia el papelón en el que incurrieron las fuentes oficiales: la multa era por deficiencias en la calidad y la atención al cliente, pero de 2017 y 2018. Nada que ver con las recientes interrupciones del suministro eléctrico.
Como viene sucediendo cada verano con ola de calor de los últimos años, las protestas de los vecinos que perdieron artefactos o productos comprados estuvieron a la orden del día, y los intendentes del Gran Buenos Aires exigieron penas más duras para la empresa, o directamente la quita de la concesión, que está próxima a cumplir 30 años.
En números
- 20%
- es lo que aumentarán las tarifas este año según comunicó el gobierno y se aplicará entre enero y febrero.
Horas antes del brindis de fin de año, Edesur pidió disculpas por los cortes de luz y admitió que faltan inversiones en el sistema. Sin embargo, detalló todo lo hecho recientemente para reducir de 33 horas por año a 13 horas la duración de la interrupción del servicio eléctrico.
Los antecedentes indican que a partir de 2014, después de un pico de cortes de luz en cada verano del segundo gobierno de Cristina Kirchner, empezaron las inversiones fuertes.
Los directivos de la empresa controlada por la multinacional italiana Enel aprovecharon para remarcar que registraron pérdidas operativas por $ 15.000 millones entre enero y septiembre de 2021. Y si bien no lo detallaron, es claro que apuntaban a la falta de actualización de sus ingresos vía tarifas, que solamente tuvieron un alza de 21,8% en los últimos tres años.
En números
- $ 15.000
- millones es la pérdida que registró Edesur entre el período de enero y septiembre.
El adelanto oficial de que las tarifas treparán un 20% no deja en claro cómo se repartirá para cada parte de la cadena: quita de subsidios a través de una actualización del Precio Estacional (mayorista) y corrección de los márgenes regulados del transporte y la distribución. Sin embargo, es fácil suponer que se vendrá un año con mayores pérdidas de rentabilidad y valor de las distribuidoras, que ya están muy endeudadas con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
Edenor y Edesur, al igual que buena parte de las empresas similares en el resto del país, no pagan la energía que compran al Estado. Se financian con Cammesa, ya que -argumentan- sus ingresos no les alcanzan para cubrir los costos operativos -salarios, mantenimientos e impuestos-. Así, la deuda se convirtió en una bola que llegó hasta $ 130.000 millones a fines de 2020 y superaba los $ 200.000 millones a mediados del año pasado, aún cuando el Gobierno fue canjeando estas acreencias por obligaciones de inversiones.
Con diferencias todavía presentes acerca de la resolución de este tema y sin una hoja de ruta concreta que obligue a desembolsar inversiones, los cortes de luz seguirán repitiéndose cuando se recalienten los cables.
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