Las “perlitas” de las elecciones en Viedma
Los detalles que no se vieron durante las elecciones legislativas en la capital rionegrina.
Toda elección genera una gran expectativa y tiene detalles que pasan inadvertidas para los ciudadanos, sin embargo suceden aunque no se los vea. Las legislativas de hoy no fueron la excepción y tienen matices para no desperdiciar.
* Protocolo por las dudas. En por los menos dos escuelas de esta capital, la N° 263 del Barrio Santa Clara y N° 30 del centro, los marinos enviados para proteger las urnas ofrecieron una temprana clase a las autoridades de mesa sobre cómo debían proceder por si había amenazas de bombas. La charla transcurrió entre la incredulidad de los presentes y la indiferencia, aunque no faltaron algunas sonrisas burlonas.
* Esta vez en la escuela N° 1, los fiscales no pudieron hacer el despliegue de votos habitual en los pizarrones de color negro ni tampoco usar las tizas porque simplemente los cambiaron. Ese establecimiento educativo se modernizó y ahora los alumnos suelen utilizar pizarras de color blanco con “marcadores”. Las pizarras estaban pero no los marcadores porque, evidentemente, son mas caros como para dejarlos desperdigados en el aula.
* La mujer llegó un tanto nerviosa a la escuela 355 “Maestro Tassara” del barrio Castello porque no encontraba la mesa con las “A” de su apellido. “No señora usted no vota en esta escuela porque ahora es por Parroquia”, le dijeron en la puerta de entrada. Sin entener, la frustrada sufragante, huyó en busca de otra urna y de otro barrio.
* “Picada y Limón”. Previendo que la jornada sería extensa y ardua para contar voto a voto, algunos fiscales optaron por concurrir al comicio munidos de una buena provisión de alimentos, no sea cosa de que el estómago haga demasiado ruido hasta bien entrada la noche. En el colegio 18 no faltó aquél que recurrió a una abundante “picada”, y luego como para bajar los hidratos de carbono, unos buenos mates con cáscara de limón cortada sobre la misma mesa que se usó para la mesa donde se colocó la urna.
* El voto parroquial en Viedma, sirvió en algunos barrios como el céntrico Mitre para que los viejos vecinos se reencuentren y revivan viejas historias personales que los tuvos como protagonistas, actualizar los datos sobre cómo están las familias, y también evaluar pronósticos de acuerdo a qué preferencia tuvieron en las urnas.
* Cuando la temperatura comenzó a crecer en la ciudad durante las primeras horas de la tarde, muchos mayores prefirieron concurrir a la hora de la siesta pensando que todo estaría más tranquilo. Este momento fue propicio para que el estacionamiento sobre calle Güemes de la escuela N° 2 quede vacío y permitir que los ancianos puedan descender sobre el mismo ingreso al edificio. En ese momento se armó un pequeño dispositivo policial para ayudar a una mujer de la tercera edad que bajó con un “andador” de un taxi, y que luego, fue acompañada por los efectivos hasta las puertas de acceso seguidos por un familiar.
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