Las expendedoras de combustible tocaron un piso bajísimo y algunas repuntan
El cierre masivo de comercios, el horario acotado (hoy sólo funcionan de lunes a sábado de 9 a 19) y la prolongada suspensión de clases conspiran también contra las ventas de las expendedoras de combustible.
Las estaciones de servicio nunca dejaron de funcionar, pero la cuarentena obligatoria les provocó caídas en la facturación de entre el 70 y el 90%, que recién comenzaron a revertir parcialmente en los últimos diez días, con la lento incremento de circulación.
De todos modos, la recuperación completa seguirá muy lejos, al menos para las estaciones ubicadas en la zona céntrica, porque solían tener entre sus clientes un alto porcentaje de turistas, que se redujeron a cero.
Además del cierre masivo de comercios, el horario acotado (hoy sólo funcionan de lunes a sábado de 9 a 19) y la prolongada suspensión de clases conspiran también contra las ventas de las expendedoras de combustible.
Gustavo Cerljenko, encargado de la YPF del Faldeo, dijo que la caída que tuvieron a fines de marzo llegó al 90% y hoy facturan entre el 70 y el 80% de lo habitual, que en ese punto de la avenida de los Pioneros rondaba los 700 despachos diarios. Señaló que miden las ventas en forma constante “por una cuestión de logística” y que la caída del consumo se mantiene, “salvo algún repunte a inicios de semana, o cuando el clima está mejor, pero es casi imperceptible”.
En Axion Dina Huapi el panorama es parecido, aunque la clientela es distinta, ya que dependen mucho de los transportistas y de los turistas y locales salen de viaje. “Acá las dos primeras semanas bajamos el 80% y se mantiene casi igual”, dijo Juan Zurdo, responsable de la estación ubicada sobre ruta 40.
A la misma firma pertenece otra Axion ubicada en Herman y Pasaje Gutiérrez, la única del Alto barilochense. Allí la caída inicial fue parecida, pero ahora llegan a vender un 35% de los volúmenes anteriores a la pandemia.
Zurdo dijo que en Bariloche atendían entre 1.000 y 1.200 vehículos por día y hoy promedian 400, mientras que en Dina Huapi bajaron de 300/400 a unos 120. Admitió que el transporte de mercaderías es lo que sostiene al sector y que el turismo “va a demorar” en recuperarse.
Este último factor golpea más en otras expendedoras como la YPF de Melipal y la Axion céntrica, de la calle San Martín, Daniel García, encargado de la YPF dijo que la recuperación en el último tramo de la cuarentena “si existe, es muy leve”. Dijo que el volumen de venta es bajísimo y en abril representó el 18%del registrado en el mismo mes del año anterior. “El problema es real y la malaria grande todavía no llegó, recién se va a ver en junio y julio -vaticinó García-. Fijate que ayer vendimos 740 litros de gasoil en todo el día, cuando un sola camión carga 600”.
Dijo que por su ubicación esa YPF siente mucho la falta de transporte turístico, “no hay combis, no hay rentadoras (de autos sin chofer) y el impacto es enorme”.
Aseguró que tienen un plantel de 20 empleados, que no daban abasto hasta hace un par de meses y que ahora les sobran para cubrir los turnos. “Nadie sabe cuándo termina ésto y cómo se puede mantener una estructura así hasta el verano, o cuando vuelva a entrar gente -observó-. Los hoteles estarán en la misma”
Con sus particularidades, al comercio de GNC no le va mejor. El encargado de la Aspro de Beschtedt y Brown dijo que ese combustible es usado casi exclusivamente por taxis y remises, que se mueven mucho menos porque ya no tienen viajes al aeropuerto o a la terminal. “Estamos vendiendo el 25% de lo habitual, tiene que ver con la parálisis del comercio y con el miedo generalizado, la gente no circula”, evaluó.
En la Axion de Gallardo, que trabaja en su mayoría con público local, la caída de facturación cuando largó la cuarentena fue del 70% y hoy ronda el 55 al 60%. El responsable, Ezequiel Marasco dijo que “había bajado mucho, pero con el delivery la nafta súper se mueve un poquito más, el gasoil nada de nada”. Precisó que promediaban los 1.500 despachos diarios y ahora no superan los 400.
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