Las comidas que probé en Tokio, Indonesia, Tailandia, Camboya y Vietman

La arquitecta Ana Silvetti estuvo radicada en Shanghai los dos últimos años. Desde allí hizo viajes a distintos puntos de la región, de los cuales hoy comparte algunos de los tantos recorridos gastronómicos que hizo. Nacida en Neuquén, criada en Cipolletti y con mucha familia en Roca, la joven profesional se siente “valletana de pura cepa”.

Las comidas que probé en Tokio, Indonesia, Tailandia, Camboya y Vietman

La arquitecta Ana Silvetti estuvo radicada en Shanghai los dos últimos años. Desde allí hizo viajes a distintos puntos de la región, de los cuales hoy comparte algunos de los tantos recorridos gastronómicos que hizo. Nacida en Neuquén, criada en Cipolletti y con mucha familia en Roca, la joven profesional se siente “valletana de pura cepa”.

Por Ana Silvetti

Este es un recorrido por algunos de los mercados y ferias que recorrí por Oriente. Empiezo por Tokio.

Llegás de madrugada a ver como reciben el pescado fresco y como lo preparan para la venta y consumo. Recorrés los puestos de alrededor donde podés comprar todos los productos de mar listos para comer, algunos envasados y otros cocinados en el momento. Lo especial del lugar (aunque sea para los turistas) es comer ostras frescas recién sacadas con limón y tabasco. Un rato después poder ir por algo más elaborado, unas piezas de sushi perfectas recién armadas, en especial de atún rojo, con wasabi del verdadero y láminas de jengibre fresco para refrescar la boca entre pieza y pieza. De mis 4 días de vacaciones en Tokio, fue la forma más perfecta y sensorial de sentirme en Japón.

Indonesia

Al sur este de Indonesia, está Lombok, otra de las tantas islas de este país rodeadas por mares paradisíacos.

Este viaje fue por trabajo; por lo tanto, el día estaba colmado de reuniones y paseos por el lugar en busca de pistas que nos inspiren para el proyecto. La mejor forma de cerrar la jornada era recorrer las calles a pie observando los comportamientos de la gente local. Y como de costumbre y como se dice… llegó el momento de elegir dónde cenar y no hay mejor referencia de que si las mesas están llenas de gente… y si son lugareños, mejor. Eso se traduce a que la comida está fresca y tiene mucha salida. Siempre es una garantía de buen comer. Sobre todo en lugares tan distintos donde conocés explorando y dejándote llevar por los sentidos.

Acá no hay un local de comidas rápidas salvador o alguien que hable inglés. Y así fue como terminamos comiendo los tres, mi jefe, otro colega y yo, en un puesto de la calle más popular. Eran pescados, mariscos y variedad de verduras raras y muy condimentadas… no sabría describir la forma de cocción. La elección de los platos era señalando aquello que en la mesa del vecino se veía tentador. Todo era muy rico y muy picante, pero siempre con un bowl de arroz para compensar y contrarrestar,

Tailandia

A Bangkok fui de vacaciones y estaba expectante de probar el clásico curry. De hecho fue ese el primer plato que pedí al pisar Tailandia. Cuando viajás perdés un poco la noción del tiempo, los horarios y las rutinas… Por lo tanto creo que eran las 4 de la tarde cuando lo probé. Uno suele probar estos platos en otras partes del mundo donde hacen adaptaciones al gusto de cada lugar. En este caso estaba probando el auténtico curry thai. Pollo, leche de coco y mucho picante todo junto en un bowl y en un plato aparte arroz blanco aromático para compensar. Este se transformó en uno de mis platos preferís del viaje. Por supuesto, que este plato también fue en la calle. Ya venía de un año y medio viviendo y comiendo en Asia antes de llegar a Bangkok por lo tanto ya tenía precaución y ojo para qué puesto elegir.

Camboya

Días de mucho calor y humedad para recorrer los miles de templos de Siem Reap. Eran largas caminatas y subidas de escalones irregulares para acceder a la cima de las ruinas. En la entrada nos dejaba el chofer del tuc-tuc y a salida, antes de subirnos, era un obligado comprar en los puestos de los lugareños mango y ananá fresca para recuperarse y estar listos para recorrer el siguiente. Por la noche, era habitual ir a una calle llena de bares con las mesas sobre los adoquines y elegir algo más elaborado. Los platos agri-picantes seguían siendo el clásico a elegir.

Vietnam

De este país lo más único que probé fue la ensalada de Papaya. En la calle y en los restaurantes más lujosos esta opción esta siempre. En Vietnam, lo más característicos de los platos es que todos llevan hierbas frescas, crudas y puestas al final. Las más reconocibles eran el Cilantro, la Menta y el Perejil. Por lo tanto, esta ensalada era la fruta cortada en tiritas, langostinos, frutas secas y hierbas. Uno se imaginó aceto, oliva y sal para una ensalada. Pero en este caso es un condimento casero de aceite de pescado, ají picante, ajo y lima. Cuesta imaginarse qué sabor resulta de mezclar estos ingredientes, lo que nunca pensas es que va a ser algo tan fresco y delicioso que te lo vas pedir cada vez que puedas.

Producción: Horacio Lara


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