Las combis para turistas en Bariloche generan reparos
El gobierno municipal abrió un registro de transportes habilitados para conocer la disponibilidad. Buscan una solución a la problemática del transporte urbano que está desbordado en temporada.
La propuesta del municipio de Bariloche de generar un sistema de traslado en combis o minibuses para turistas en las horas pico de la temporada, por fuera del transporte urbano de pasajeros, está bajo análisis entre los transportistas pero ya surgieron algunos cuestionamientos.
Ayer el jefe de Gabinete, Marcos Barberis, anunció la apertura de un registro de transportes de turismo habilitados (que estará abierto hasta el viernes) para conocer la disponibilidad y hacer un servicio «punto a punto» con tres rutas desde el oeste hasta el centro, y con una tarifa fija de 70 pesos.
El tesorero de la Asociación de Transporte Automotor de Bariloche, Hernán Jaraj, dijo que conocía la propuesta y que ya en el invierno habían sido convocados por el municipio “cuando había ochenta o cien personas en Catedral a las diez de la noche y no tenían cómo volverse”.
En aquel momento acudieron en auxilio, un par de veces, y fue a título gratuito. Pero aclaró que esa modalidad ya está desechada y ahora sólo lo harían si les cierra en lo económico.
Jaraj explicó que un transfer desde Llao Llao a Bariloche hoy cuesta 5.000 pesos y que el boleto por pasajero “no debería costar menos de 80 ó 100 pesos”. La ecuación debe tener en cuenta que los colectivos de turismo no pueden llevar personas paradas porque el seguro no los cubre.
Según el directivo, también habría otros problemas operativos, porque por exigencia de UTA “los choferes no pueden cortar boleto”, la SUBE no sirve para estos casos y poner preventa exige una ingeniería complicada.
También sería indispensable resolver el encuadramiento laboral. Jaraj explicó que el chofer turístico tiene convenio distinto que el de “corta y media distancia”, aplicable en este caso. “El sueldo es un poco mayor, y además no pueden trabajar media jornada y tampoco con horario cortado”, dijo Jaraj.
Por allí pasaría también el impedimento para que la propia empresa MiBus (concesionaria del transporte urbano) disponga refuerzos propios en los horarios de mayor demanda.
Jaraj dijo que el problema de fondo es la falta de subsidios para que “el sistema cierre”. Agregó que “no se trata de Bariloche, sino que es un tema nacional”.
También admitió que en el último tiempo “cambió la modalidad del turismo” y cada vez más llega gente a vacacionar “low cost”, que se mueven casi exclusivamente en transporte urbano, “incluso desde que bajan del avión y se quedan una hora y media en el aeropuerto a esperar el colectivo de línea”.
Aceptó que “es un tema a solucionar, porque así no se puede seguir”, pero estimó que la respuesta llegará tarde, porque “cuando esto se organice y se implemente” el pico de la temporada de verano ya habrá quedado atrás.
“Para hacer algo más o menos serio habría que haberlo planeado tres meses antes”, opinó.
La propuesta del municipio se dio ante las quejas por el deficiente servicio del transporte urbano que deja cada día a cientos de pasajeros varados, sobretodo en la zona oeste donde circulan más turistas.
A la hora del regreso a la zona urbana, después de las 18, es común ver sobre la avenida Bustillo las paradas atestadas de personas que intentan abordar los colectivos y que se quedan a pie porque pasan llenos.
La línea 20 (desde Llao Llao) tiene frecuencia cada 20 minutos y no da abasto. Lo mismo ocurre con la 10 (que parte de Colonia Suiza) y la 50, que conecta al centro de la ciudad con villa Los Coihues y el lago Gutiérrez.
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