Las 7 claves del éxito de la serie de Luis Miguel
Son varios los motivos que causaron el boom a nivel latinoamericano. Repasamos los vértices de una serie arrolladora.
Desde que estrenó allá por fines de abril, la serie de Luis Miguel es uno de los grandes éxitos de Netflix. Todos los domingos, los fanáticos de Latinoamérica aguardan en vilo por el nuevo capítulo de la serie, que se encuentra disponible a partir de las 23 en Argentina.
Mirá también: Luis Miguel, la serie: un boom inesperado… y cada vez más grande.
Para entender semejante éxito, repasamos cinco puntos clave de la historia de Luismi, que llevaron la biopic a ser un fenómeno de masas en muy poco tiempo.
1 – Un casting prácticamente perfecto
La serie afronta tres líneas temporales, con un Luis Miguel niño, uno adolescente y uno adulto. De ellos tres, dos nos brindan actuaciones impresionantes y uno se mantiene dentro de lo regular.
Luis Miguel niño es interpretado por Izan Llunas, nieto del famoso músico español Dyango. Lo primero que llama la atención es el enorme parecido físico entre Izan y “Micky” de pequeño, y a eso hay que sumarle un rango vocal impresionante para el actor, de apenas 14 años. Sin dudas, un acierto gigante que deja momentos para el recuerdo en la serie. Un tip: es imperdible su interpretación de “La Malagueña”, que pueden ver a continuación.
El Luismi adolescente es interpretado por Luis de la Rosa, pero en comparación a los otros dos, su tarea es más bien mediocre. Tiene algún parecido físico, es cierto, pero la actuación no termina de convencer.
Diego Boneta, por su parte, interpreta al “Micky” adulto y es otro de los aciertos. Su similitud física se suma a su gran voz, por lo que la actuación destaca y Diego le imprime mucha veracidad a su desempeño como Luis Miguel.
Otro punto a destacar de Boneta es la magnífica tarea de investigación, puesto que imita a la perfección cada movimiento del cantante arriba y abajo del escenario. Algún tic, el gestito del pelo, los bailes… todo. Boneta entendió que debía transformarse en Luis Miguel y así lo hizo.
Para destacar, el resto del casting en general. Está repleto de buenos actores, que generan la sensación de estar viendo una producción que quizás no tenga el mayor presupuesto, pero cuenta con muchas otras virtudes.
2 – El “malo” que amamos odiar… y odiamos amar
La actuación de Óscar Jaenada como Luis Rey, padre de Luis Miguel, es uno de los puntos más altos de la serie. Al viejo estilo telenovela, “Luisito” es un villano puro, que constantemente pone palos en la rueda. Explota a su hijo, maltrata a su familia, es adicto y violento… las tiene todas.
No hay que olvidar algo: es el retrato que pintó “Micky” sobre su padre, algo que no deja de llamar la atención. Sufrió esa personalidad agresiva en primera persona y no dudó en sacarlo a la luz.
El gran trabajo de Jaenada genera una dicotomía grande entre el público de la serie: por un lado, a Luis Rey se lo odia. Incluso en redes sociales se tornó un chiste común hablar de “[tal cosa] es más malo que Luisito Rey”, y hasta hay remeras y vinilos al respecto.
Sin embargo, la gran actuación y la interpretación encarnizada, al estilo de un actor del under, brinda al personaje de un carisma que despierta cariño en algunos fanáticos. Es, como dice el título, ese malo que amamos odiar y odiamos amar.
3 – ¿La época del streaming y on demand? Acá toca esperar
Desde la aparición de YouTube, Netflix y demás plataformas de streaming de contenidos, estamos acostumbrados a que los consumos audiovisuales son inmediatos. ¿Querés ver una serie? Ya la tenés disponible, con 3 temporadas y 36 capítulos, listos para una maratón imparable. Se terminó el tiempo de esperas.
En ese terreno, “Luis Miguel, la serie” plantea un retroceso que ya se experimentó con algunas series y que renueva esa sensación de ansiedad y dependencia de la plataforma: si lo querés ver, tenés que esperar si o si a que salga. Y sale una vez por semana…
Eso también genera expectativa en distintos ámbitos. La semana pasada, Twitter fue un hervidero respecto a la posible resolución (o no) de un misterio planteado en el final del 10° capítulo. Fueron siete días repletos de teorías, suposiciones, deseos y pedidos. Así ocurre en cada episodio, porque la espera despierta también un debate sobre el contenido.
Que en plena época de contenido inmediato una serie logre cautivar a sus seguidores al punto tal de esperar una semana por otro capítulo es, sin duda alguna, un logro para tener en cuenta.
4 – El detrás de escena, también en las canciones
Seguramente el público joven ha escuchado -y entonado- alguna vez “La Incondicional”. O vio el video de “Cuando calienta el sol” en algún canal de música, en los segmentos de hits retro. Sin embargo, ¿cuántos conocen las historias que estas canciones tienen por detrás?
“Luis Miguel, la serie” se encarga de desmenuzar todas esas pequeñas historias, otorgando así una faceta musical más que interesante a una serie en la que lo que ocurre en los micrófonos no es precisamente el foco. Es un gancho interesante para aquellos que quieren interiorizarse sobre la faceta artística.
La historia del entrenamiento militar que Luismi tuvo que realizar para poder hacer el video de “La Incondicional”, ese con un estilo Top Gun, es quizás de las más interesantes. O el por qué de la creación de “Culpable o no”, un hit desgarrador que surge tras una ruptura.
Reiteramos entonces que si bien la música no es el foco de la serie, este tópico queda muy bien tratado y hay historias que la mayoría del público “nuevo” no conoce.
5 – Las redes sociales, el campo de batalla
En tiempos de smartphones, tener una buena estrategia de redes sociales es cuanto menos fundamental. Netflix siempre entendió como debía explotarse este terreno, y no iba a quedarse atrás con una serie y un protagonista tan popular en América Latina.
Durante la semana es común encontrar a varios twitteros tocando el tema de la serie, y siempre bajo el hashtag #LuisMiguelLaSerie. Este mismo tópico incrementa los fines de semana y se vuelve tendencia cada domingo, tanto en la previa como en el post-capítulo.
Infaltables los memes después de cada episodio, que pueden jugarle una mala pasada a aquellos que llegaron tarde a verlo. ¿Spoilers? Los hay, como en toda serie que se estrena hoy en día.
Con Luisito Rey como eje de las burlas y los enojos twitteros, la explosión de la serie mucho tiene que ver con la expectativa y curiosidad que genera esa avalancha de publicaciones después de cada capítulo. Unos estrategas…
6 – El misterio sobre la desaparición de la madre
Aún hoy, a más de 30 años de su última aparición pública, no se sabe que pasó con la madre de Luis Miguel. Ese misterio en torno al que gira gran parte de la serie (y la vida de Micky) no está resuelto, y obviamente no va a resolverse en una biopic.
Desde 1986, en aquel recital que tuvo lugar en Buenos Aires, no hubo más información oficial sobre Marcela Basteri. Luismi invirtió muchísimo dinero en su búsqueda, pero jamás logró encontrarla y siempre se mostró muy afectado al respecto.
La serie deja entrever la culpa del artista por no haber hecho más al respecto en aquel momento, por lo que explora una parte interesante de una historia sobre la que se tejieron miles de rumores, sin importar si estos afectaban al protagonista.
Con el resurgimiento del nombre de Luis Miguel tras el estreno de la serie, las versiones sobre la desaparición (asesinato, exilio, vida en Argentina incluso) se multiplicaron, pero aún no hubo ninguna novedad oficial al respecto.
7 – Luis Miguel “humanizado” y con errores
Lejos de mostrarse impoluto, algo que podría suponerse al ser una biografía autorizada, Luis Miguel se muestra como cualquier otra persona que podría haber sufrido esa misma vida. Excesos, maltratos, errores propios y abandonos ajenos. Nada de eso queda escondido bajo la alfombra.
El accidente con una fanática, que tanta controversia causó en aquellos años, fue uno de los puntos que el “Sol” decidió retratar a la perfección durante el desarrollo de la serie.
Es interesante entonces advertir que más allá de que la historia está planteada desde una mirada subjetiva, Luis Miguel se corre del lugar de perfección o vanidad que muchas veces se le adjudicó y se muestra “humanizado”, más terrenal.
Será interesante ver que ocurrirá en relación a esto durante la segunda temporada, cuando se refleje todo lo ocurrido en la década de los 90’, donde Luis Miguel tuvo varios problemas legales.
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