La verdad sobre Juan B. Justo

Hernán Moreno/Sergio Silva*

Nos sorprendió, en principio gratamente, la publicación en el  diario Río Negro del 16 de Julio, titulada “El Recuerdo de Juan B Justo”, firmada por Damián Canuto.

Sorprendidos, primero por quien intentaba realizar este recuerdo; hombre integrante del PRO, Diputado Provincial (MC) por Cambiemos, que ante su paso por la Legislatura podemos recordar su negación a reclamar por la aparición con vida de Santiago Maldonado. O el acompañamiento junto a su bloque político de posiciones contra las gestiones obreras de Fasinpat o de Cerámica Neuquén. O las manifestaciones de ese espacio político  a favor de los terratenientes apropiadores de veranadas de comunidades mapuches o campesinas de nuestra provincia, siendo él un fiel seguidor de las políticas macristas en Neuquén.  

Otra sorpresa nos generó el contenido del texto, lleno de datos erróneos, y en el que se denota claramente el intento por utilizar el pasado y la memoria histórica, en este caso citando al fundador del Partido Socialista de la Argentina, Juan B. Justo, con la intencionalidad política de fundamentar su oposición personal en contra de la expropiación de Vicentin, que se debate por estos días.

Como bien plantea Alejandro Cattaruzza (1), sobre las intencionalidades en la utilización del pasado, ¿el pasado está muerto o seguimos luchando en el presente por su significado?
Asistimos aquí a un claro ejemplo de esa intencionalidad, cuando el autor del artículo, se refiere a uno de los fundadores de la Izquierda Argentina para, entre una serie de referencias y citas descontextualizadas, atribuirle al Dr. Justo un hipotético posicionamiento político tendiente a expresar el rechazo a la expropiación de Vicentin.  En esa lucha por re significar el pasado, muchas veces con las cargas ideológicas personales o colectivas, se convierten este tipo de falacias.  

Lejos de apostar por el régimen de propiedad privada, cuando éste  atenta contra los intereses de los trabajadores y los productores, Justo propone un modelo económico basado en la colectivización, la solidaridad, la participación directa y la democracia, en contra de los principios de acumulación e individualización impartidos por el capitalismo global,  y a favor del bienestar general de los más postergados. En este sentido, Juan B Justo sostiene en su texto Lucha Obrera y Progreso (2), “el altísimo sentido social de la lucha del pueblo obrero por suprimir la competencia capitalista, en cuanto ella se hace a expensas de los trabajadores, sin mejorar las condiciones de reducción”.

Invitamos a considerar algunos de los aspectos centrales de la declaración de principios del Partido Socialista, en cuya redacción Justo tuvo rol protagónico:
• “Que la clase trabajadora es oprimida y explotada por la clase capitalista gobernante”.
•  “Que en la República Argentina, a pesar de la gran extensión de tierra inexplotada, la apropiación individual de todo el suelo del país ha establecido de lleno las condiciones de la sociedad capitalista”.
• “Que estas condiciones están agravadas por la ineptitud y rapacidad de la clase rica, y por la ignorancia del pueblo”.
• “Que, por consiguiente, o la clase obrera permanece inerte y es cada día más esclavizada, o se levanta para defender desde ya sus intereses inmediatos y preparar su emancipación del yugo capitalista” (3).

Propone un modelo económico basado en la colectivización, solidaridad, participación directa y democracia, en contra de la acumulación e individualización.

A esta altura de los acontecimientos, y con lo antes expuesto, y las miles de páginas escritas por Justo a lo largo de la Historia, plagadas de ideas pero fundamentalmente de acciones, queda más que claro cuál sería la posición política del líder socialista sobre Vicentin.
¿Será que algunos sectores conservadores y neoliberales necesitan nuevos artilugios históricos y esconderse detrás de falsas reivindicaciones, escudar sus propios posicionamientos, para reafirmar su esencia contraria a los intereses populares?

¿Será que, en algún momento, esos sectores, responsables de la profunda crisis económica que hoy atraviesa nuestro país,  confunden la idea de “socialismo de mercado”, con los principios del capitalismo?, desconociendo profundamente que estos modelos se apoyan en la idea de un socialismo con empresas socializadas,  autónomas, tomando decisiones sobre qué, cuánto y cómo producir a través de la realidad socio económica cercana, y no las impuestas por el capitalismo.
Claro ejemplo de este modelo lo constituye el Hogar Obrero, fundado el 30 de julio de 1905, por Juan Bautista Justo, Nicolás Repetto, Ángel M. Giménez, Enrique Dickmann, todos ellos militantes y fundadores del Partido Socialista.

El Hogar obrero surge con los objetivos de contribuir a la solución del problema de la vivienda obrera, desarrollar programas que garanticen el acceso al crédito, y la posibilidad de ampliar el consumo de los sectores obreros y populares, además de desarrollar una gran actividad educativa y cultural, permitiendo el acceso de las masas populares a estas actividades.

¿Es importante el reconocimiento a Juan B. Justo? Claro que lo es.  En eso coincidimos plenamente, pero debemos ser sumamente cuidadosos de los usos e intencionalidades que determinados sectores intentan hacer, con una figura de la talla de Juan B. Justo, que seguramente de haber vivido los tiempos que corren no dudaría en estar, una vez más, del lado de los trabajadores y los desposeídos.

* Autoridades Partido Socialista de Neuquén.

(1)  Cattaruzza A . “Los usos del Pasado, la historia y la política argentinas en discusión 1910 – 1945”. Buenos Aires.   Sudestada. 2007  
(2)  Justo J. “El Socialismo Argentino”. Buenos Aires. Editorial La Vanguardia. 1910.  
(3) Fragmentos de la declaración de Principios del Partido Socialista, aprobada en el Congreso Nacional del PS, 28 y 29 de Junio del año 1896 hasta el presente.