La última ilusión de justicia para una de las víctimas que dejó diciembre de 2001
Misael Bravo recibió un disparo de la policía en la represión del 2001. Desde ese momento padece una discapacidad y su vida se truncó. Hace 18 años pide justicia y llegó con su reclamo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Una sensación de angustia invade el cuerpo, y empieza a trepar desde el estómago hasta la garganta, cuando los argentinos recuerdan lo que pasó el 19 y 20 de diciembre de 2001. Crisis, pobreza, despidos, empresas fundidas, desalojos, cacerolas, represión, muertos y miles de heridos. En ese orden, la memoria va tallando el mapa de una historia que no deja de repetirse.
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