La UE activa el embargo petrolero contra Irán

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Las reservas petroleras en Irán son las terceras del mundo, según su gobierno.

Entró formalmente en vigor el embargo europeo al petróleo iraní. Aunque el impacto político de esta medida ya se produjo cuando se anunció el pasado enero, Teherán aún parecía albergar la esperanza de que se cancelaría en el último momento. La falta de avance en la última ronda de conversaciones nucleares hizo desaparecer esa posibilidad. Aunque mantienen la línea oficial de que las sanciones no les afectan, los portavoces iraníes empiezan a dar muestras de nerviosismo: desde llamamientos a la autarquía hasta veladas amenazas sobre las estancadas conversaciones nucleares.

La Casa Blanca saludó ayer la entrada en vigor del embargo petrolero occidental contra Irán, tildado por la Presidencia estadounidense como una “parte esencial” en la respuesta de la comunidad internacional al controvertido programa nuclear de Teherán. Con la entrada en vigor de este embargo, “nuestros aliados de la Unión Europea mostraron hasta qué punto la comunidad internacional se tomaba en serio el desafío que constituyen las ambiciones nucleares de Irán”, declaró el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney. “Esta medida es una parte esencial de nuestros esfuerzos diplomáticos concertados que apuntan a pedir a Irán que elija entre el aislamiento y el respeto de sus obligaciones”, agregó Carney.

Ante la ausencia de cambios en el programa nuclear iraní, la Unión Europea decretó a partir de ayer un embargo total sobre la compra y el transporte de petróleo iraní, que ya no es cubierto por las aseguradoras europeas que cubre el 90% del tráfico marítimo del crudo en el mundo.

Hasta el año pasado, los países europeos compraban a Irán 600.000 barriles de petróleo diarios, casi una cuarta parte del total de sus exportaciones. En paralelo, Estados Unidos logró que otros clientes importantes de Irán, entre ellos países asiáticos, reduzcan sus importaciones de crudo iraní. Las grandes potencias sospechan que Irán lleva a cabo su programa nuclear no con fines civiles, sino con militares, por lo cual exige el cese de sus actividades de enriquecimiento de uranio. (El País y AFP)