La tragedia de hace 20 años en el cerro Catedral que marcó a Mario Ruiz
El jefe de patrulla recordaba a sus dos compañeros que en el año 2000 fueron víctimas de una avalancha en la montaña. Hace unas semanas se lamentó que ya no se realizaban homenajes.
La avalancha que ayer dejó bajo la nieve a Mario Ruiz y Oscar Arellano, en el cerro Catedral, y que tuvo como consecuencia la muerte del jefe de patrulla y lesiones graves para su compañero, tiene un antecedente hace 20 años que enlutó a Bariloche y que marcó especialmente a Mario.
Mario Ruiz siempre recordaba a Ariel Díaz y Rodolfo Salinas, dos compañeros del cerro que en el año 2000 fueron víctimas de una trágica avalancha en la ladera Norte del Catedral, por entonces operada por la empresa Robles.
Aquel accidente ocurrió la mañana del 1 de julio del 2000. Una avalancha en la zona de Punta Princesa y cañadón de La Hoya que sepultó dos máquinas pisanieves que realizaban tareas de pisado en la montaña. En el interior de los vehículos estaba Ariel Díaz, Rodolfo Salinas y Julio Díaz. Los dos primeros fallecieron.
Mario Ruiz, que ayer murió como consecuencia de las severas lesiones de la avalancha que lo sorprendió, fue uno de los integrantes de la patrulla que rescató a sus compañeros. Ese hecho lo marcó para siempre y era motivo de emociones cada vez que lo recordaba.
Casualmente hace pocas semanas recordó en sus redes sociales a «Bocha» y Ariel. Fue «una fecha icónica» escribió y se lamentó que en el cerro Catedral ya no se hacían los homenajes que tiempo atrás se realizaban.
La muerte de los operarios de los pisapistas en el 2000 enlutó en aquel entonces al mundo de la montaña y esa conmoción se repitió ayer con la nueva tragedia que ocurrió en Catedral cuando los operarios de la patrulla realizaban la recorrida habitual para disponer las medidas de seguridad antes de abrir las pistas al público.
Hoy el cerro Catedral está de luto, según dispuso la empresa concesionaria y las expresiones de dolor y condolencias se multiplicaron en Bariloche desde organizaciones, dirigentes políticos, entidades públicas y personas de a pie que conocieron a Mario Ruiz, apodado «El yeti».
El jefe de la patrulla sufrió un paro cardiorespiratorio, severa fractura de cráneo, pérdida de masa encefálica y neumotórax.
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