La tragedia de 1962 en Zapala: un incendio con varios muertos y heridos
Zapala
El primer indicio que se tuvo del incendio se advirtió al 101 cuando un ciudadano informó a las autoridades policiales que desde la finca de la calle Julio Argentino Roca Nº 429 surgía humo. Todo hace presumir que el incendio tuvo su comienzo a raíz de un corto circuito. En lo que hasta ahora no hay concordancia es en la hora en que se inició el fuego. Se afirma, por un lado, que el incendio se inició a las 2 de la madrugada.
El propietario de la finca (origen del incendio), el señor Cesar Jalil, al ser avisado de la novedad, prestó los auxilios posibles, pero la impresión que le produjo el siniestro fue tan viva que afectado por un síncope cardíaco cayó al suelo sin vida. Eran las cinco horas aproximadamente.
Por informe del personal que trabajaba en el negocio de ramos generales de Jalil, se supo después que la explosión probablemente fue causada por una o varias cajas de gelinita o dinamita, que poseía su dueño en el negocio, y que utilizaba para explotaciones mineras.
La trágica explosión exactamente fue a las 6 de la mañana, se escuchó que fue violenta. El fuerte ruido hizo temblar el suelo y llenó de angustia a la gran cantidad de personas que a esa hora presenciaban desde lugares cercanos el desarrollo del incendio.
La explosión voló los techos y derrumbó simultáneamente la pared del frente del negocio y varios interiores. Al caer la primera, sepultó literalmente entre sus escombros a policías, conscriptos, gendarmes y civiles que estaban trabajando en la extinción del fuego. Los vidrios de las casas de toda la manzana quedaron destrozados, así como los varios vagones del convoy de pasajeros detenido en la estación, que momentos más tarde debía partir hacía Plaza Constitución, sin que este produjera víctimas.
Daños
En los edificios vecinos el que más daño experimentó fue el señor A. Tassone, cuya vivienda debió ser demolida por los agrietamientos que presentaba. El doctor Alejandro Fredman, propietario de la farmacia colindante al negocio de Jalil, tuvo solo daños estimados. El Banco de la Nación Argentina sufrió los daños por rotura de ventanas, vidrios y caída de mampostería. El cine Moderno, ubicado en la calle Sorondo, en la misma manzana, sufrió daños por rotura de vidrios, voladura parcial del techo. El edificio ocupado por la concesionaria Ford, a la vuelta del negocio de Jalil, experimentó daños muy, pero muy, grandes. La Casa Zingoni, ubicada sobre la calle Presidente Avellaneda, detrás de la estación ferroviaria y a unos 200 metros del lugar del siniestro, sufrió daños por rotura de todas las vidrieras.
Cabe señalar que casi la totalidad de vidrios de puertas y ventanas de las casas y comercios ubicadas en 7 manzanas a ambos lados del comercio destruido por la violencia de la explosión provocada por la voladura de 5 o 6 cajones conteniendo 300 kilos de explosivos cada uno, sufrieron también los efectos de la explosión.
Ayuda a las víctimas
Todos los medios se movilizaron para atender a los heridos. En este aspecto fue singular la generosa colaboración prestada por instituciones y vecinos.
Trasladados de inmediato al hospital local, recibieron los primeros auxilios. En tanto el interventor federal, Comodoro Olano, dispuso en Neuquén el envío por vía aérea de personal médico y enfermeros, antibióticos, películas radiográficas, plasma, gasa, algodón, suero, vendas para enyesar, etc. Con estos elementos se pudo atender cabalmente a todos los heridos.
Mientras tanto, otros grupos de voluntarios continuaron la lucha contra las llamas que arrasaron prácticamente el negocio y causaron cuantiosos perjuicios en los contiguos.
A las 10:15 am el fuego había cesado.
Facundo Curaqueo
DNI 36.257.347
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