La tarde más triste del 'Torito' de Mataderos

La derrota que sufrió ante Newell's por 2 a 0, en su otrora invencible reducto de Mataderos, representó numéricamente el descenso de Nueva Chicago, entidad que volverá después de tres años a moverse en el terreno donde más supo habitar: la B Nacional.

Es así, la discreta labor que el conjunto 'verdinegro' cumplió en el pasado torneo Apertura (apenas reunió 11 puntos en 19 cotejos) actuó como catapulta y los ahora dirigidos por Leonardo Madelón no pudieron revertir una historia que parecía signada desde hacía mucho tiempo. Porque independientemente de que el pueblo de Mataderos infló el pecho y no derramó lágrimas por la frustración, muchos de los simpatizantes del 'Torito' sabían que el regreso a la B Nacional se parecía a una suerte de «crónica de una muerte anunciada».

Unas 5.000 personas respaldaron a Chicago en la jornada decisiva, pero los goles que en el primer tiempo consiguieron Germán Ré y Mauro Rosales tornaron la situación irreversible.

Los jugadores anfitriones fueron a agradecerle a sus hinchas el apoyo y les regalaron las camisetas. También estuvieron a la altura de la escena los integrantes de la formación rosarina, porque saludaron y consolaron a sus colegas.

El partido correspondió a la penúltima fecha del Clausura, por lo que a Chicago sólo le quedará el compromiso ante Independiente en Avellaneda para despedirse.

Empujado por su público el 'Torito' avanzó con más carencias que virtudes. Newell's adoptó una posición expectante y apostó al contraataque por la vía de Rosales, con la asistencia de Jairo Patiño.

Lo que hubo de sobra fueron imprecisiones, mientras a Chicago se lo veía como bloqueado por los nervios.

Correctamente marcados Daniel Tilger y Martín Mandra, los verdinegros insistían e buscar alguna solución mediante el envío de centros, pero para peor resultaron frontales e improductivos.

Newell's logró el primer desnivel a los 27 minutos, cuando Ré resolvió tras un córner que Patiño lanzó desde la izquierda y que fue desviado con la cabeza por Wálter Silvani. En desventaja Chicago se desprotegió atrás y Rosales en un contragolpe perfecto, luego de ser habilitado por Fernando Belluschi, definió a la derecha de Jorge de OLivera.

Rosales estuvo cerca de aumentar sobre el desenlace de ese primer período, pero a su remate le faltó puntería por muy poco.

En la segunda etapa hubo más impotencia todavía por parte del local, en una clara muestra de que la cruz resultaba excesivamente pesada.

A los 7 minutos hubo un disparo de Norberto Fernández que Luciano Palos desvió al córner. Chicago insistía por la fuerza de su voluntad y Newell's se fue conformando con los dos goles de ventaja y se dedicó a esperar el final sin hacer más daño.

Un daño que podrá ser reparado recién dentro de un año.