La singularidad del río Negro

Permite la producción de alimentos, genera energía, provee agua potable y espacios para la recreación. ANIVERSARIO 2017.

La singularidad del río Negro

Por su caudal es el más importante de los ríos argentinos que nacen y mueren dentro del país. En sus 700 kilómetros de extensión posibilita la producción de alimentos, de energía eléctrica, de agua potable a toda la población, la recreación y en cada tramo se trasforma en una postal diferente. Es tan inagotable que como si todo eso fuera poco descarga millones de litros por segundo en el Atlántico. Y, a veces, no recibe el mejor de los tratos. El río Negro da vida no sólo a esta inmensa región patagónica sino al resto del país. Vivir en algunas de sus costas es un privilegio como lo es para la Comarca Viedma Patagones, unas de las pocas ciudades del mundo unidas por un río, más allá que marque el límite entre las dos provincias a las que pertenecen.

Nace de la unión de los ríos Limay y Neuquén a la altura de Cipolletti y termina su recorrido al desembocar en el océano Atlántico, en Viedma.

En la actualidad mantiene un caudal medio de 900 metros cúbicos por segundo aunque depende con la época del año, fluctuando entre 400 y 900. Antes de las obras de regulación el caudal superaba los mil metros cúbicos por segundo.

Los embalses que regulan

La función de los embalses es retener crecidas y son utilizados para el manejo y las cuestiones vinculadas a la producción de energía.

Así lo explicó el Intendente General de Recursos Hídricos del Departamento Provincial de Aguas, Daniel Petri, al graficar que

embalses de extensa dimensión como los existentes modifican el ancho del río por miles de hectáreas y aumenta la superficie de evaporación, índices que en Río Negro son muy altos. “Ese es uno de los aspectos negativos de los embalses que tienen mucho de positivos”, sostuvo y si bien admitió que por la evaporación se pierde un poco de agua del caudal que “está muy regulado por una cantidad de embalses con la particularidad que en Argentina, los de Río Negro son los de mayor capacidad de almacenamiento”.

Así lo demuestran los números. Petri detalló que de acuerdo a las divisiones por zonas en el país realizadas en la década del 90 con las privatizaciones de las obras hidroeléctricas, el área del Comahue es la que tiene mayor potencia instalada en el marco de la capacidad de los embalses en hectómetros cúbicos. Es la que más puede almacenar con 78.000 hectómetros cúbicos (un metro cúbico tiene mil litros y un hectómetro cúbico un millón de metros cúbicos). Los restantes embalses del país como los de Cuyo y Patagonia, entre otros, varían entre 1.500 y 8.000 hectómetros cúbicos de almacenamiento. La capacidad de los embalses del Comahue, ubican a esta zona en un lugar importante del sistema interconectado. “Con lo que genera Río Negro aporta el 20% del consumo eléctrico nacional pero además cuando el sistema entra en crisis -cada vez más frecuente- son utilizados Piedra del Aguila y El Chocón en caso de pico de consumo porque la energía almacenada en forma de agua entra muy rápido al sitema. Somos la rueda de auxilio cuando se está en crisis”, añadió Petri.

Varios son los embalses en la zona del Comahue. En el río Limay se encuentran Alicurá, Piedra del Aguila, Pichi Picun Leufú, El Chocón y Arroyito. A esos cinco se suman en el Neuquén el complejo Cerros Colorados -varias obras que hacen al embalse y una de generación- y Chañar que no genera. El río Negro tiene algunos embalses sobre los canales de riego -cuatro de la época de Agua y Energía: en Céspedes, Pomona y las otras en Cinco Salto, Cipolletti y Roca. Son más chicas a las restantes y no tienen embalse. Generan con el agua que vienen por los canales.

Petri, Intendente General de Recursos Hídricos del DPA.
Marcelo Ochoa

Cambio climático y futuro

El río Negro alimenta la producción de toda la provincia y en el valle Inferior lo hace a través de un sistema de riego que en su momento fue el más importante de Latinoamerica por sus canales revestidos de hormigón, compuertas automáticas. Fue construído en la década del 60 con participación de profesionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO, organismo especializado de la ONU que dirige las actividades internacionales encaminadas a erradicar el hambre.

Técnicos de ese misma organización estuvieron en Viedma el año pasado relevando proyectos de riego futuros y las mejoras al existente para disminuir pérdidas, apuntando a mejorar la eficiencia en el marco de lo que estiman los pronósticos del cambio climático y la posibilidad que los ríos podrían perder entre un 20 y 30% de los caudales . “Por eso se está pensando mucho en todos los proyectos. Mayor regulación o hacer las obras teniendo en cuenta esa posibilidad”, apuntó Petri.

Consultado sobre la descarga del río en el mar explicó que, depende la época- sobre ese caudal medio. En momentos de riego aquel caudal medio de 900 metros cúbicos por segundo se le deben restar unos 200 aproximadamente aunque “hace tiempo que los caudales se mantienen en el orden de 400 y 600. Bajos por todos estos años de sequía. Si bien hubo mediciones más secas que los últimos, nunca tantos períodos juntos”.

Río con régimen de mareas

Por la cercanía al mar en la Comarca Viedma Patagones el río sube y baja, al compás de las mareas en el Atlántico. Uno de los pocos en el mundo.

Esta singularidad dificultó definir las líneas de riberas en esta zona, generando un complicada investigación que apeló hasta la memoria de los antiguos pobladores

Lentamente los municipios de Viedma y Patagones comienzan a utilizar el agua cruda del río. En este caso para el riego de boulevares, costanera y plazas.

El río, una lugar de esparcimiento.
Marcelo Ochoa

Contaminación

Sobre las posibilidades de contaminación del río Negro el Intendente General de Recursos Hídricos del Departamento Provincial de Aguas, Daniel Petri, descartó ese término amplio y remarcó que el agua del río Negro es apta para el consumo humano porque potabilizada se puede consumir como un agua segura, lo que “no quiere decir que se pueda tomar en forma directa del río”. Agregó que también está garantizado el uso para la vía acuática que es uno de los más exigentes porque que puedan vivir los peces son los indicadores más sensibles en relación a la existencia de la contaminación. El río Negro es además apto para la recreación registrando problemas para ello sólo en el alto valle.

Y en este sentido explicó que “la única contaminación que estamos teniendo es en esa función, entre otras cosas, por las descargas crudas de cloacas tanto en Neuquén como en Cipolletti. Si bien el río tiene una capacidad de autodepuración en función de los caudales que traiga y de la cantidad de líquidos que se descarguen le lleva tiempo degradarlos y recuperar las condiciones normales, siempre hablando de contaminación de materia orgánica”. Agregó que en el caso de caudales bajos y mucho volumen de descarga (50 o 60% de la ciudad de Neuquén, la mitad de Cipolletti y algunas otras que suman depurar le lleva más tiempo y espacio. “En el alto Valle tenemos ese problema que desaparece en Villa Regina”, dijo.

También subrayó que en la cuenca “no tenemos metales pesados, las industrias están controladas en cuanto a los efluentes industriales pero además generan materia orgánica como jugueras y no trabajan con mercurio ni metales similares”.

El DPA controla periódicamente el estado del curso de agua.
Marcelo Ochoa

La responsabilidad de los vecinos es parte de la necesaria cadena para evitar la contaminación. En Viedma, por ejemplo, se puede observar con lamentable frecuencia que en la bomba de desagüe del balneario El Barco Hundido que recolecta la mayor cuenca de la ciudad -un 70%- se acumulan las botellas de plásticos, bolsas de residuos y todo lo que se arroja en las bocas de tormenta de la ciudad. Esos residuos que no se tiran como corresponde para la recolección domiciliaria va a parar al río con sus consecuencias.

Consultado Petri sobre como revertir este tipo de contaminación hizo referencia a inversiones, nuevas plantas pero “hacen 14 o 15 años que no se pueden hacer obras importantes porque los costos superan no sólo al DPA sino a la provincia. En general todas las obras importantes que se hicieron hasta el 2000 tenían financiamiento a partir de las regalías hidroeléctricas”.

En este sentido detalló que de todo lo que se genera sobre el Limay, la mitad de esas regalías -el 12%- corresponden a Río Negro y la otra a Neuquén. Esas ingresan al DPA y forman un fondo hidráulico para realización de obras de saneamiento. Petri remarcó que desde 2000 hasta hace un mes “las regalías estaban clavadas en 120 pesos el megawat que generan porque una política de subsidios, que no está mal, pero como DPA nos hicieron subsidiarios solidarios. Los ingresos bajaron muchísimo y no se pudieron hacer obras. Ahora se está como recuperando e incluso la regalía la están llevando de 120 a 300 pesos el monto de la tarifa y eso pasa un poco por ahí. Las tarifas de agua tampoco cubren las obras”.


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