La sidra artesanal se abre paso en el consumo neuquino

La sidra artesanal es una bebida que busca introducirse en el mercado neuquino. La motivación por generar un producto con valor agregado a las peras y manzanas, y resistir a la crisis del sector son algunos de los alicientes de los que se inician en esta actividad. Se apunta a mejorar la calidad y que se consuma durante todo el año. Ya se empieza a ofrecer en algunos bares como sidra tirada junto a la cerveza.

“Soy la tercer generación de productores. Necesitaba darle valor agregado a la producción. Estamos en una crisis bastante profunda. Al tener la materia prima podemos buscar una solución aprovechando la manzana para no vender o lotear la chacra”, expresó Ángela Vives, que realiza un curso de elaboración de sidra artesanal en Plottier y decidió junto a dos de sus compañeras de la capacitación iniciar un emprendimiento de sidra artesanal.

Ángela Vives, Brenda Ottonelli, y Ana María De Paoli se unieron para formar su negocio y para fin de año estiman lograr una producción de 400 litros de sidra.

Angela vive en Neuquén pero tiene una chacra en Plottier de nueve hectáreas con manzanas, peras y cerezas.

“Cubro los gastos de la chacra con la jubilación. Hasta ahora no es una inversión”, reveló y contó que la sidra artesanal será en “botellas usando la fruta de mi chacra”.

Brenda dijo que la motivó “poder colocar en su empresa de catering la sidra y por hobby porque me gustó siempre”

Víctor Torres es otro de los alumnos y viene desde Villa Regina a realizar el curso en Plottier. Tiene una vinoteca en la localidad rionegrina donde ofrece sidra tirada.

Desde el Centro Pyme-Adeneu se comunicó que se busca potenciar el consumo de la sidra que da valor agregado a la manzana, ya que es una bebida refrescante, de bajo contenido alcohólico, que se presenta de diversas formas y es apta para celíacos.

Juan Gómez es el capacitador del taller de elaboración de sidra artesanal, que se da en el puesto ubicado en la EPEA 2 de Plottier , donde asisten casi 20 alumnos.

“La idea es fomentar la sidra espumante que es un producto de valor agregado, con una calidad muy diferente a cualquier sidra convencional. Y después fomentar un producto que todavía en la región no está muy bien insertado, que es la bebida en barril para poder ofrecer la sidra tirada en los bares, en los restaurantes, y ofrecer un producto nuevo en la región”, informó.

Silvia Gandolfi, coordinadora del Programa Vitivinícola del Centro Pyme-Adeneu, expuso que en la provincia por el momento “no hay sidreras actualmente en funcionamiento” sino elaboradores artesanales de sidra que “obtienen sus productos a través del método champenoise, de muy alta calidad, y producen entre 1.500 a 2.000 botellas por año”. Estos productores se encuentran en Confluencia, Chos Malal, Aluminé y Junín de los Andes”.

Gandolfi apuntó que en 2011 cayó el consumo de sidra en el país para volver a aumentar y alcanzar los valores actuales. Indicó que la merma se debió a la baja calidad de la sidra que se hacía, por la competencia con otras bebidas alcohólicas y por ser de consumo muy temporal. Marcó que ahora “el consumo está aumentando y se apunta a que sea un producto que se consuma durante todo el año”.

Mencionó que en el país se ve “que la calidad mejora, empezó a comercializarse en bares sidra tirada.

Nace y aumenta la producción de espumantes de sidra o sidra champanizada (que se obtiene a través del método champenoise, igual que los espumantes de vino o champagnes)”.

oscar livera

“Empecé con la idea de instalar la sidra en mi empresa de catering. Pero también empecé a producirla por hobby”.

Brenda junto a dos compañeras esperan producir 400 litros.

“Fue un producto bastardeado, pero la zona tiene potencial para tener las mejores sidras del mundo, y está bueno trabajar en eso”.

Martín Rivas es ingeniero agrónomo y alumno del curso de Plottier.

En todo el país

El Centro Pyme-Adeneu, en conjunto con CFPA 2 Puesto Chañar, lleva adelante un taller de elaboración de sidra artesanal, donde se capacita a 26 alumnos.

Dos emprededores en San Patricio del Chañar

Juan Gómez, además de dictar el taller, lleva adelante el emprendimiento Avalon en San Patricio del Chañar, donde elabora sidra artesanal junto a su esposa. Hoy tiene una producción anual que ronda los 1.000 litros y busca lanzar este año vinagre de manzana. Fue alumno de la capacitación que se dio en un puesto de San Patricio del Chañar.

“Me sorprendió gratamente probar por primera vez la sidra espumante, entonces en 2012 procesé mi primer bins de manzana, y en 2013 me inicié como emprendedor”, dijo Gómez y reveló que en 2014 el Centro Pyme actuó de incubadora para obtener una ayuda financiera tras ser seleccionado su proyecto.

Otro de los lugares donde se realiza este producto es en Peer. “Nació en 2015 mezcla de una oportunidad latente de replicar el éxito mundial de las sidras en el segmento craft y en porrones, impulsados por la desesperación que desencadenó la crisis frutícola que estalló ese mismo año”, señaló Marco Zec, uno de los dueños del sitio que se destaca por elaborar sidra de pera.

“Queríamos proponer un concepto distinto, romper el paradigma argentino de las sidras de los últimos 50 años y ofrecer un producto de calidad para tomar en el día a día, las 4 estaciones y en el momento que quieran. La pera aporta frescura y suavidad, y ese elemento de novedad que incentiva al curioso a encontrarse con Peer”, dijo.

Explicó que el proceso de preparación lleva casi un año. “La molienda se realiza en febrero y marzo tras la cosecha, la fermentación es un proceso de un poco más de una semana, pero la decantación de los sedimentos demora más de 5 meses”, contó