La semana que viene se conocerá el veredicto por el juicio «La Escuelita»
El jueves próximo se conocerá la absolución o los años de condena para los 15 acusados por desapariciones forzadas, torturas, violación y homicidios en junio de 1976
Las defensa pública (Gabriela Labat y Celia Delgado) se quejó de ser blanco de la fiscalía en su alegato y se posicionaron en desacuerdo con el terrorismo de Estado (foto Yamil Regules)
“Es una pena que no esté el público presente para escuchar ésto”, le dijo a los jueces la defensora oficial Celia Delgado, en la sala vacía del Tribunal Oral Federal ayer, cuando virtió los últimos argumentos técnicos para pedir la absolución de los 9 acusados a su cargo. En la próxima audiencia, se conocerá el veredicto de los jueces, a un año exacto de haber iniciado el juicio y a 36 años desde que se escuchó la primera sentencia por los delitos cometidos durante la dictadura militar, en el juicio a las juntas
En el salón de AMUC sólo había sillas vacías y algunos espacios ocupados por la prensa. Es que los organismos de Derechos Humanos, familiares de las víctimas y otras organizaciones solidarias decidieron no asistir, según lo expresaron en comunicados de prensa, por los dichos negacionistas del terrorismo de Estado que integraron los alegatos defensistas.
El equipo de defensoras oficiales responsabilizó a la fiscalía por instalar en su réplica una suerte de “blanco moral fácil” en su “discurso (prefirieron llamar así al alegato de la fiscalía) para justificar la falta de argumentos para rebatir sus planteos técnicos.
Según las abogadas, el fiscal José Nebbia, “no logró conmover” ni rebatir los pedidos de nulidad por incongruencias, fallas técnicas o ausencia de pruebas y fundamentación que le endilgaron las defensas al pedido de cadenas perpetuas que solicitó para 10 de los 15 acusados en este juicio.
Celia Delgado aseguró que había desarrollado un trabajo técnico y jurídico en favor de sus defendidos, sin comulgar ni con el terrorismo de Estado, ni convalidar “la tragedia, o el dolor” de las víctimas durante la dictadura.
“No vamos a tolerar que se nos acuse, de manera persistente, de haber hecho defensas ideológicas y no jurídicas, que tiene que ver con la defensa irrestricta de las garantías que posibilitaron este juicio», sostuvo Delgado.
Reclamaron la absolución de sus defendidos y volvieron con algunos detalles en la insistencia de que Oscar Reinhold (el jefe de Inteligencia del Comando) debía ser absuelto porque su caso no podía ser condenado ante la cosa juzgada, reiteraron elementos para sostener la postura de que el subcomisario de la federal, Jorge Soza no debía estar en este juicio porque hubo errores técnicos para acusarlo luego de la extradición por el que se lo trajo de España para el segundo juicio (2012) e insistieron en que el piloto Juan José Capella “mal que le pese al fiscal debe ser absuelto por incongruencias en la acusación y nulidad del pedido de pena«.
Además de las defensoras, el equipo de Pablo Repetto y Sabrina Ascani Torres también insistió en los planteos absolutorios para Raúl Guglielminetti y los cuatro jefes de inteligencia y contrainteligencia del comando del V Cuerpo en Bahía Blanca que fueron responsabilizados por las desapariciones de las universitarias, la violación y las torturas en junio de 1976.
La mayoría están acusados también de la violación de 3 sobrevivientes como parte del plan sistemático desplegado en los centros clandestinos y las detenciones ilegales durante la dictadura.
Las defensoras insistieron en la nulidad de esas acusaciones y le indicaron al tribunal, que aún estaban a tiempo de reconsiderar la idea de continuar juzgando por 19 víctimas con un tribunal y convocar en paralelo a otro tribunal (que siguió las audiencias por zoom) por la desaparición forzada y asesinato de Alicia Pifarré, la denuncia que completa las 20 víctimas de este proceso.
“Será el único juicio del país en el que en un mismo debate un tribunal emita una sentencia por 19 víctimas y otro tribunal produzca otra condena sólo por un caso; debieron haber hecho otro juicio”, reclamó la defensora Delgado.
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