La receta del café para sobrevivir a la pandemia
Aún cuando se esperaba que los cierres de cafés y oficinas afectaran parte del consumo global, el grano se reinventó y registró crecimientos gracias a varias maniobras. Brasil se puso por delante a nivel global en la producción, y apunta a un 2021 que podría ser récord.
Con el cierre de cafés y oficinas en el mundo por la pandemia, el mercado mundial del grano temió un 2020 especialmente agrio. Sin embargo, y lejos de lo esperado, los grandes productores salvaron el año con una receta blend: combinación de precios, cosechas récord y un consumo alternativo en hogares.
“El 2020 fue particularmente bueno para Brasil, pero no tanto para los otros países”, dice a la AFP Carlos Mera, analista de RaboBank en Londres.
El mayor productor a nivel mundial pudo celebrar una cosecha récord el año pasado: 63,08 millones de sacos de 60 kilos, un 27% más que en 2019, según la Compañía Nacional de Abastecimiento.
Meca del mejor café suave del mundo, Colombia también disminuyó un 6% su producción en 2020, con 13,9 millones de sacos, según la Federación Nacional de Cafeteros.
Con Etiopía a la cabeza entre una veintena de países, África pasó el año sin altibajos. El continente “es muy estable porque hay mucha distancia entre los países, distintos climas, no sufren tanto por los precios porque es más extensiva la producción y hay menores costos de fertilizantes”, describe Mera.
Con las restricciones que siguieron a la pandemia, el consumo y las exportaciones se sacudieron. Y los ingresos de los cafeteros variaron en cada país según la estabilidad de sus monedas frente al dólar, además de la calidad y cantidad de sus cosechas. Aunque el precio internacional dio un respiro.
“El precio del café es volátil, cambia a veces demasiado y muy rápidamente (…) pero el 2020 fue extraordinario en precios corrientes, sin llegar a ser una bonanza”, explica el economista Rodolfo Suárez, de la Universidad Nacional de Colombia.
En la Bolsa de Nueva York y Londres se negocian “futuros”, contratos con estimaciones del precio de café, para proteger de las fluctuaciones a comprador y vendedor, en cuanto la carga llega a destino. Pero también se transan a conveniencia de un corredor. De acuerdo a Fernando Morales-De La Cruz, de la organización Café for Change, “el precio de 2020 fue en términos reales casi 70% menos al precio del café de 1983”, de 1,40 dólares.
En términos de cotización Vietnam pasó un sorbo amargo. “El precio en dólares para el robusta fue bastante decepcionante para los productores vietnamitas. La cosecha es menor a lo esperado y el precio, por tener una moneda muy controlada por el Estado, no se depreció a pesar de la pandemia”, apunta Mera.
Consumo y perspectivas
Símbolo de la actividad y encuentro, el café también tuvo que confinarse por el coronavirus. El consumo saltó de los comercios a los hogares.
Y aunque las restricciones afectaron el movimiento en los puertos y el de los recolectores, el consumo se resintió menos de lo esperado (-2,4%), aunque por tercer año consecutivo estuvo por debajo de la producción.
Según la OIC, el mundo recogió 168,68 millones de sacos en el periodo 2019/20, mientras el consumo fue de 164,53 millones.
Si bien se espera que la demanda se recupere, un aumento del 1,9% de la producción mundial provocará un excedente de 5,27 millones de sacos en 2020/21, añadió la entidad.
El consumo de la bebida caliente suele aumentar durante el invierno. Pero los cierres de cafeterías y las restricciones en países europeos golpeados por el virus tal vez alteren la tendencia.
En 2021 Brasil podría marcar la suerte del mercado. Expertos vaticinan una caída en su producción de arábicas cercana al 30% debido a una fuerte sequía, lo que potencialmente beneficiaría a países como Colombia, Etiopía o Centroamérica.
“Pero Brasil se sigue expandiendo, más allá de esta quiebra que va a tener en 2021”, matiza Mera.
Comentarios