La promesa a Mallín Ahogado que llegó 38 años después
Los pobladores celebran la llegada del asfalto a la ruta provincial 86, que alguna vez anunció el exgobernador Álvarez Guerrero. El recuerdo de los pioneros y su compromiso con el progreso de la zona.
El asfalto en la ruta provincial 86 también tiene ciclovía para potenciar el circuito.
Cuenta la anécdota que el entonces gobernador Osvaldo Álvarez Guerrero prometió asfaltar el circuito de Mallín Ahogado en un acto en El Bolsón en 1983. “Si usted lo asfalta; yo lo techo”, le respondió en ese momento, con ironía, Cipriano Soria, un antiguo poblador.
Unos 38 años después, se inauguró la obra de pavimentación y ciclovía complementaria de la ruta provincial 86 en Mallín Ahogado. Los trabajos comenzaron en 2017 durante el gobierno de Alberto Weretilneck y la inversión fue de 533 millones de pesos, financiada con fondos del Plan Castello.
La pavimentación se realizó a lo largo de 14 kilómetros de la ruta 86, desde el empalme con la ruta nacional 40 hasta la intersección con la ruta provincial 84. El intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, la definió como una de las obras más importantes de los últimos 20 años.
Alush Riza fue uno de los pioneros de Mallín Ahogado, la zona rural de El Bolsón que hoy tiene más de 5.000 pobladores. Este hombre nació en Albania, vivió la Primera Guerra Mundial en Europa pero en 1927, logró embarcarse hacia Estados Unidos y desde allí, a Buenos Aires.
En la década del 40, se instaló en la Patagonia cuando lo contrataron para trabajar en la trocha angosta de Ingeniero Jacobacci a Esquel.
Tenemos lúpulo, criaderos de pollos, ponedoras, chanchos. Ahora, estamos secando rosa mosqueta”.
Roque Venkevicius, poblador de Mallín Ahogado.
Cuando trabajaba en la zona de Ñorquinco, Riza conoció lo que ahora es Mallín Ahogado y decidió radicarse en ese sector ya que le recordaba a su pueblo.
Murió a los 81 años. “Fue un viejo anhelo y mi abuelo murió sin ver este asfalto. Él y los primeros pobladores trabajaban sin parar con la idea de darle prosperidad a los pueblos. No había otra meta que el desarrollo de la comunidad”, recalcó Roque Venkevicius, nieto de Riza.
En su chacra, Riza sembró avena y trigo y, en el año 65, llevó a Mallín Ahogado las primeras plantas de lúpulo. También instaló un aserradero que ponía en funcionamiento en invierno para no despedir, según su nieto, a los trabajadores del lúpulo. En ese momento, tenía 130 hectáreas.
Sus hijos y sus nietos continuaron su legado y hoy viven en la misma chacra.
En esa época, cuenta Venkevicius, “andaban en carreta, a caballo, en sulky. Luego, se hizo el camino de ripio pero demorábamos una hora en dar toda la vuelta. Ahora, para llegar desde mi casa a la ruta 40, tardo 5 minutos”.
Dato
- 14
- kilómetros de pavimento nuevo y ciclovías tiene la ruta provincial 86, desde el empalme con la ruta nacional 40.
“Como nieto y poblador de este lugar, con 50 años, puedo cerrar los ojos y estar tranquilo porque se ha priorizado nuestra zona. Esta obra del gobierno genera plata, turismo y agilidad. Nos cambia la vida”, señaló.
El impacto del asfalto en Mallín Ahogado, insisten, tiene un fuerte impacto económico y social. Sucede que en esa zona están los principales circuitos para los refugios, como Hielo Azul, Los Laguitos, La Tronconada y el cerro Perito Moreno, que es el centro invernal de la zona, pero también los principales productores de lúpulo y fruta fina.
“Esta obra es algo que no estaba en los planes. Siempre venían a medir los lugares pero cuando empezaron a llegar las máquinas, nos resultaba difícil de creer. Desde siempre, nos venían prometiendo esto y hoy, se hizo realidad. Además, generaron mano de obra directa e indirecta”, dijo Venkevicius.
De todos modos, reconoció, que aún falta mucho en la zona rural de El Bolsón. “Es una extensión grande y ya debería ser comuna rural. Quizás, el día de mañana se independice de El Bolsón”, arriesgó el hombre.
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