La primera ópera argentina relata un amor del sur
Chaquira Lieu la ópera argentina más antigua que se conserva completa, fue compuesta en 1879 bajo la autoría del compositor Miguel Rojas (1845-1904) y con libreto de Rafael Barreda (1847-1927). Trata de una historia de amor durante la campaña militar de Julio A Roca.
Una historia de amor entre una cautiva, un naturista y una venganza hacia un cacique durante la mal llamada “Campaña del Desierto”. Escenas que se cantan y se desarrollan en un territorio que podría ser Neuquén o La Pampa, componen Chaquira Lieu, la ópera argentina más antigua que se conserva completa. Fue descubierta hace pocos años y según los investigadores, hizo molestar al mismísimo Julio Argentino Roca.
Se trata de un melodrama con música de Miguel Estanislao Rojas ( 1845 – 1904) y libreto de Rafael Barreda (1847 – 1927). El redescubrimiento de la obra fue posible por el trabajo del Instituto de Investigación en Etnomusicología (IIEt), de la Dirección General de Enseñanza Artística (DGEArt) de la Ciudad de Buenos Aires, que realiza el rescate de obras musicales del país.
El director del instituto, Lucio Bruno Videla, desde 1996, trabaja arduo en la recopilación de partituras. En este tiempo consultó bibliotecas, los archivos del Teatro Colón, compró manuscritos de partituras en Mercado Libre y hasta revisó bolsas de la basura. Así consiguió los manuscritos, y si bien la pasión por la ópera arranca en el país con el comienzo de la vida independiente, tras investigaciones establecieron que es la mas antigua que se encontró completa, hasta ahora.
“Lucio consiguió el teléfono de un descendiente de Rojas y así consiguió las fotos de los manuscritos. Rojas, se formó aquí y la tradición de la época era la de la zarzuela grande. Chaquira tiene una dinámica parecida a la zarzuela, porque es hablada y cantada, y la música interviene de manera decisiva en el argumento, por eso, se considera una ópera”, sostiene el repertorista y preparador de ópera, egresado del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, Gerardo Delgado.
Delgado, es investigador de música académica argentina y editor de “La ópera argentina”, primera antología de arias de ópera de compositores argentinos que se publica en el mundo, con contenidos generados desde el Instituto de Investigación en Etnomusicología (IIEt).
El investigador explica que esta obra, compuesta en 1879, y en un formato similar al de las opéra-comique francesas (obras con partes cantadas y habladas), tiene por marco histórico las expediciones militares en estas tierras del sur, hechos contemporáneos a la composición de la ópera, detalle poco frecuente en la producción operística mundial.
Es una historia de amor típica. María, La Chaquira Lieu (perla blanca para el libreto) es hija de un estanciero que vive como hombre libre, (el bajo, la voz grave masculina) donde están los Pecuches (una tribu imaginaria). Ella (la soprano) se enamora del joven naturalista que viene a investigar la flora y fauna locales, Alberto (el tenor). A su vez es pretendida por el capitanejo de los Pecuches, Peñi (barítono).
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La historia se desarrolla en un territorio del que ubican como “quebradas al sur de la Cordillera de los Andes”, en territorio de los indios Pecuches, en la época de las expediciones de Julio Argentino Roca. “Por menciones del libreto daría algo como Neuquén o La Pampa, pero no está especificado y no es relevante a los fines del libreto. La búsqueda de esa precisión, o rigor, es posterior”, aclara Delgado.
Por otra parte, la tribu, podría referirse a los Mapuches, porque hay palabras parecidas y otras iguales al mapundungun. Pero Delgado aclara que desde el nombre del melodrama supone, en verdad, una licencia literaria del libretista. En efecto, chaquira es un vocablo de origen centroamericano para designar las cuentas y otras piedras de adorno; y lieu (o quizás lien o también liguen o lighen), sí, es palabra mapuche para designar la plata. “El libreto ofrece varios vocablos indígenas que son utilizados en forma libre y, en general, su utilización es adecuada o, al menos, no demasiado descaminada”, aclaran.
Las circunstancias de la composición y el estreno de esta ópera resultan un misterio y hasta se habla de censura en su estreno. Rojas escribía en una revista de actualidad musical, en la que está anunciado el estreno. Pero no hay documentos que den una pesquisa sobre la realización de ese estreno, que sería en 1879 en el teatro La Victoria.
“Transcurre en la misma época que se escribe y tal vez por eso tiene problemas. Una historia familiar que se contaba entre los descendientes, decía que Julio A. Roca se había disgustado. No se puede saber, porque no hay documentos que lo prueben, pero la obra, si bien se muestra favorable a la campaña, lo hace con reservas”, explica el investigador.
Según sus palabras, la intención del libretista y del compositor no es resaltar el patriotismo. Hay un número patriótico al final, pero no se lo puede tomar muy enserio, porque tiene un cierto toque irónico.
Por otra parte, el drama subyacente es una venganza por sucesos pasados, entre el padre de la chica y el cacique, pero no expresa en ningún momento odio racial ni étnico. Hay un solo personaje que hace explícito su odio, que es un inglés.
“Es el custodio del científico. Los demás no tienen este animo. Por estas razones la trama muestra un aspecto no explícitamente desfavorable al progreso, pero tampoco tan favorable. Ni Rojas, ni Barreda compran mucho lo que está pasando. Esa teoría, de que a Roca no le gustó podría tener que ver con esto”, dice el repertorista.
La música presenta reconocibles influencias italianas (Donizetti, primer Verdi), españolas (Barbieri, Gaztambide) y un toque francés (Offenbach). Asimismo, no tiene pretensión de fidelidad musicológica ni tampoco la alusión a músicas nativas, criollas o folklóricas (dicha preocupación surgirá más tarde).
La primera representación documentada es de abril de 1903, en el Teatro San Martín de Buenos Aires. Después de 116 años se presentó en julio de 2019 en el Museo Roca, de Buenos Aires. Pocos meses antes, se había publicado en papel por primera vez un fragmento (Barry Editorial) con el apoyo de las investigaciones del IIEt y la selección y revisión musical de Gerardo Delgado y en unos meses volverá a escena.
Es tiempo de volver a escucharla
Desde 1820 a la actualidad en el país, los compositores argentinos o extranjeros residentes compusieron alrededor de 400 óperas, a las que hay que sumar producciones recientes. “En 200 años, son dos por año y es una media muy alta para cualquier parte del mundo”, dice Gerardo Delgado y suma que en el instituto ubicaron la mitad de esas 400. Ahora preparan una antología sobre la ópera argentina, con una selección de 50 o 60 de ellas.
En septiembre, tras la obligada pausa que trajo la situación COVID-19, volverán a presentar secuencias Chaquira Lieu junto con fragmentos musicales pertenecientes a otras óperas de compositores argentinos, compuestas o estrenadas durante el período 1890-1935, bajo la forma de un recital escénico y en el contexto del proyecto La ópera argentina.
“Venimos de pausas, los reencuentros en los ensayos fueron muy emotivos. Empezar a hacer música juntos, después de un año y medio fue bueno. El público de la ópera recibe bien. Cuando vos llevás un buen producto, hecho con respeto por la obra y el público, reaccionan bien. Por eso, esta que es una obra tan ignota, puede tener un buen suceso”, destaca Delgado.
Está prevista la realización de una edición completa de esta ópera y la generación de materiales de ejecución modernos que permitan, en el futuro, la representación de la ópera en su integridad, para traer nuevamente a la consideración del público una gema casi ignorada de la producción lírico-escénica.
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