La PIAP necesitaría casi dos años para reacondicionarse y volver a funcionar
Desde la Junta Interna de la Planta Industrial de Aguas Pesadas (PIAP) ubicada en Arroyito señalan que el tiempo apremia para que se decida su destino. "Es necesario que los tiempos políticos se acorten", apuntan.
La planta se ubica en Arroyito, sobre la Ruta Nacional 237. (Foto: Archivo Juan Thomes)
Con una historia marcada por avances y parates, la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito hoy necesita decisiones concretas. Unos 105 trabajadores se encargan del mantenimiento y conservación de la planta tras un acuerdo establecido con el gobierno que finalizaría este año. Sin embargo, el tiempo sigue pasando y se van degradando los equipos, por lo que, desde la Junta Interna de ATE en la planta señalaron que «es necesario que los tiempos políticos se acorten» y se tomen decisiones que definan qué va a pasar con la planta.
Los trabajadores cubren puestos diarios de ocho a 12 horas por turno, buscando así que siempre haya personal en la planta. Sin embargo, estos trabajadores no compensarían las necesidades del establecimiento en caso de reactivarse su funcionamiento. «Estamos buscando las reuniones necesarias porque necesitamos ya una certeza, si vuelve a producir va a llevar alrededor de 20 meses acondicionarla por lo que ya sería necesario empezar a formar la gente y contratar porque no hay el personal necesario», aseveró Ventura.
En 2019 la empresa dispuso de un programa de retiro por mutuo acuerdo para los trabajadores y el pase a la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), reduciendo así la planta de unos 450 a unos 90 empleados. Por esta razón señalan que deben capacitar nuevos «para que las planta se ponga en marcha y hacer todas las reparaciones de todos los equipos para que vuelva a producir».
Con tres centrales nucleares en funcionamiento en Argentina, desde la Junta Interna ven una oportunidad de reactivar la PIAP para abastecer del producto que, por el momento, está siendo importado.
En la actualidad sirve para refrigerar y moderar en los reactores nucleares. «Cuando nos reunimos con Adriana Serkis, titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), le planteamos que nosotros entendemos que sí o sí mínimo se tiene que hacer el stock para las centrales nucleares que están en funcionamiento«, detalló Nicolás Ventura, de la Junta Interna. Sin embargo, expresaron que a pesar de notarse la intención de reactivar la planta desde organismos nacionales, no hay novedades concretas para hacerlo.
La planta de fertilizantes
Todavía se sigue hablando del proyecto de reconvertir la planta en productora de fertilizantes. Esto permitiría obtener uno de los fertilizantes más usados en el país: la urea.
En el informe de gestión de 2020, el gobierno provincial escribió que empezó a trabajar en un convenio entre la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), la Comisión Nacional de la Energía Atómica (CONEA), la Agencia de Inversiones de la Nación y la Cancillería Argentina «con el objeto de difundir entre grupos de inversión y financiamiento, la posibilidad de producción y comercialización de fertilizantes nitrogenados«, en las instalaciones de la PIAP, y así obtener «inversiones y financiamiento para anexar a la planta la producción de un millón de toneladas de urea grado fertilizante«.
No obstante,, según aseguró Ventura, todavía no hay decisiones claras.
Serquis, en díalogo con la Universidad Nacional de San Martín, explicó que todavía se habla de la posibilidad de construir una central nuclear de tipo CANDU, lo que «implicaría resguardar todo lo que significa la recuperación y preservación de la PIAP» y señaló que su reactivación permitiría «proveer agua pesada para las centrales argentinas, y además exportar agua pesada, lo que sería una gran alternativa«.
Sin embargo, señaló que no hay respuestas rápidas pero que dejar caer la planta sería «una falta importante en la decisión».
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