Raíces naturales, la chacra que produce lácteos de «vacas felices» en Río Colorado
Un proyecto que nació para mejorar la salud de uno de los hijos de la pareja emprendedora. La experiencia les sumó calidad de vida y contribuyen a la economía local.
Por Juan Manuel Larrieu (juanmalarrieu@gmail.com) – Especial para YO COMO
En la dificultad, refugiarse en lo simple, en las raíces. Cambiar el rumbo, separar los brotes verdes de la maleza, respirar profundo y avanzar. Así nació el emprendimiento “Vacas Felices” en la chacra Raíces naturales de Río Colorado.
Gisela Zon junto a su compañero Agustín Nuñez decidieron hacer un cambio de vida rotundo, de la cotidianidad de trabajos demandantes en la ciudad, a generar un espacio distinto, relajado, con conciencia y respeto del medio ambiente para producir de una forma diferente.
Cuando probás el yogur bebible que producen las vacas felices, involuntariamente te lleva a esas raíces que tenemos dormidas en la inconsciencia. A lo complejo de lo más simple, a la niñez, a recordar ese sabor complejo que solo lo tienen las cosas sencillas.
¿Cómo es el emprendimiento que llevan adelante con tu familia?
– El proyecto se llama “vacas felices” nos dedicamos a la producción de leche y lácteos en pequeña escala de manera artesanal, todo familiar y nos encanta porque es algo que disfrutamos los cuatro. Todo nace a partir de un problema de salud de uno de mis hijos, le diagnosticaron, hace unos años, una intolerancia a la lactosa que nos lleva a probar todo tipo de leche. Un día probamos leche de un productor de Roca y vimos que la podía consumir, fue ahí que decidimos volver a nuestro pueblo, Río Colorado, e instalarnos en una chacra que mis abuelos. Quisimos comprar una vaca para el nene, para que tome leche recién ordeñada y tuvimos que comprar tres porque no nos vendían menos (hoy cuentan con 16 vacas), así que empezamos a vender la leche de más que ordeñábamos y así nace Vacas Felices.
¿Sabes por qué la leche recién ordeñada no le produce rechazo y la industrializada si?
– Estuve investigando bastante y leí que tiene que ver con el proceso de pasteurización e hidrogeneización que se le realiza a la leche industrial, en el que matan todos los organismos de la leche buenos y malos, lo que le quita propiedades, para después agregáselas químicamente. Entonces el rechazo de algunos cuerpos no es hacia la leche en sí, sino a esos químicos.
¿Cómo se te ocurrió ir por el lado del yogur?
– Bueno con este problema de mi hijo tuve que hacerme de recetas para él y fabricar todo lo que se consume en base a la leche que se consigue en supermercados, entre ellos el yogur. Vi que era muy rico y supe que tenía que hacer para que más personas lo probaran, porque además no podía hacer de a un litro, tenía que hacer varios.
¿Encontraste la manera de hacerlo de color rojo sin usar frutillas?
– Los chicos por lo general buscan el yogur de frutilla porque lo ven rojo, el color es el que les llama la atención más que el sabor. Probamos con frutillas y no quedaba y para no caer en el colorante industrializado, un día haciendo ensalada de remolacha vi que era el tono perfecto y quedó. Casi no modifica el sabor es un poco más dulce nomás.
Pudimos ver en la visita que vecinos de chacras vienen a comprar tus productos…
– Si, tenemos una micro economía que funciona bien, entre todos nos abastecemos. Los chicos de la granja se llevan la leche para el té, café o licuados, los de la bodega Trina también, para sus elaboraciones o incorporarlos a su menú. Es un sistema de economía local que fortalece a los emprendimientos y también es muy bueno para el turismo porque pueden acceder a la producción local de primera mano.
También ¿están produciendo una variedad especial de manzana?
– Si la variedad fuji. No es conocida comercialmente por sus características externas, no tiene un color rojo llamativo, que es lo que se busca habitualmente en la manzana. Tiene un aspecto desteñido, son solo algunas vetas rojas, como si le faltara madurar. La ves y no te seduce, pero realmente es una manzana que tiene unas características implícitas que es que se cosecha en época de frío. Esto hace que se pueda conservar sin necesidad de una cámara frigorífica. La podés dejar en un lugar seco en el patio y puede durar hasta uno o dos meses conservando sus características de firmeza, jugo y dulzura. Como estuvo tanto tiempo en la planta conservó muchos azúcares naturales.
Se te escucha hablar con mucha seguridad de estos temas. ¿Ya lo sabías o hubo que aprender?
– No teníamos ni idea, la verdad si bien soy nieta y bisnieta de productores, aprendí investigando. Con el apoyo del vecino que es mi tío paterno y un genio de la producción. Produce cincuenta hectáreas de frutas y variedad, incluso hizo un injerto de damasco con ciruela que se llama pluo.
¿Fue difícil tomar la decisión de cambiar tanto de ambiente?
– Es una rutina un poco difícil. Dependen muchas cosas de nosotros como los animales, las plantas te necesitan todos los días, no hay fin de semana o feriado, no hay vacaciones, pero la vida relajada es lo que hacemos ahora, realmente no necesitamos salir de vacaciones. Mucha gente no nos cree, pero realmente es así, la diferencia entre la vida que hacíamos y la de ahora.
Actualmente Gisela varía entre las actividades de la chacra y el nuevo desafío que asumió en la Secretaría de Desarrollo Económico, Producción y Turismo de la municipalidad de Río Colorado.
Comentarios