Coni Navarro, el chef multifacético de Roca
Amante de la naturaleza, del deporte, de la música, de los amigos, de la familia y con la pasión por la cocina, Coni aprovecha cada oportunidad que da la ciudad para crear su propio menú.
Las estaciones bien marcadas, la diversidad productiva, los sonidos del río, la barda disponible para explorarla, son elementos propios del Roca que conviven con aquellos espíritus inquietos y creativos. Coni Navarro es chef con una multiplicidad de búsquedas, quizá por eso se sabe expandido en esta ciudad.
Nació en Bahía Blanca y Roca lo adoptó de inmediato. Allí intenta hacerlo todo. Disfruta de los rincones más bellos que ofrece la ciudad, aprovecha las riquezas alimentarias para proponer platos únicos y comparte las experiencias con colegas y alumnos para lograr resultados colectivos superadores.
Tiene 38 años y comenzó a cocinar desde muy joven. Estudió en la escuela del Gato Dumas. Aprendió casi todo de su padre, porque si bien sabe que su madre lo hizo todo absolutamente en su vida, dice que no fue agraciada con la cocina. “Con decir que hacía pizzas con mayonesa” recuerda y se ríe el chef.
Actualmente trabaja en Comarca, un bar de Roca, que propone platos de bar reversionados de muy buena calidad adaptados a las propuestas de la barra del bar. Además de eso, Coni Navarro da clases de cocina en el Instituto de Gastronomía Argentina (IGA) de esa ciudad, asesora espacios y propuestas gastronómicas y está trabajando en un proyecto de alta cocina para la ciudad.
Si bien tuvo la oportunidad de trabajar con grandes referentes de la cocina mundial, Coni tiene la certeza de que no es una persona o un nombre quienes garantizan el mayor aprendizaje sino el grupo de personas que integran las brigadas de las cocinas. En su paso por cocinas latinoamericanas, el chef aprendió no sólo disciplina sino la importancia del uso y tratamiento de productos autóctonos como algo noble y único. Eso explica el interés y respeto por las producciones locales. “Soy partidario de hacer menús con productos locales, por una cuestión lógica. No vas a encontrar mejor precio, ni calidad, ni constancia que la del lugar donde estés. Todo lo que venga de afuera, tiene un tratamiento para que llegue bien. Esa alteración ya no me interesa, pierde calidad. Sí entiendo a quienes ponen rabas en sus menús, porque la demanda está clara. También caigo en esa, pero siempre es menos.”
En este sentido, Roca es una gran proveedora de materia prima de calidad: peras, frutos secos, condimentos y bebidas forman parte de su alacena que diseñan manjares.
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Amante de la naturaleza, del deporte, de la música, de los amigos, de la familia y con la pasión por la cocina, el chef Coni Navarro apuesta a seguir desarrollando y posicionando a General Roca como un espacio de calidad y referencia de la producción local. Las peras, las manzanas, la miel tienen fuerte presencia en sus propuestas gastronómicas. Sabe de la responsabilidad en la selección de la materia prima, apunta a su calidad de producción que motorizan las economías locales. “Generalmente las familias productoras son amigas, otras no las conozco personalmente, pero sé cómo tratan al producto. Y una de las cosas que me marcó en los viajes al norte, es precisamente eso, cuidar al producto local y respetarlo como único. Porque literalmente, así lo es, estes en lugar que estes” comparte el chef sobre sus exitosos secretos.
La elaboración de comidas tiene una responsabilidad significativa. Las y los cocineros son piezas fundamentales para la reproducción de la vida. No sólo porque dan de comer, alimentan, sino porque en ellos está la posibilidad de seguir diversificando la producción. En cada diseño de propuestas alimentarias se motorizar las economías locales, se invita a dar un recorrido de los paisajes y las historias a través de los alimentos y se comunica la riqueza cultural de la región. Por eso, son tan necesarios estos perfiles sociales para la construcción de nuevas relaciones.
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