Cumplió 100 años la primera capilla de San Martín de los Andes y así lo celebraron

La historia de la comunidad católica en la esquina de Roca y Capitán Drury, en San Martín de los Andes, comenzó mucho antes de la inauguración de la actual parroquia San José, en 1979. A metros de este imponente edificio blanco sigue en pie su antecesora, la primera capilla de la ciudad, que hoy funciona como teatro.

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Todo ese proceso en conjunto cumplió nada menos que 100 años y por eso valía la pena recopilar lo vivido en un libro, para que nada se perdiera, por los que estuvieron y los que van a venir. La idea fue del sacerdote Gabriel Mora Rebolledo y Ana María de Mena fue quien activó la búsqueda de datos y redacción, con la colaboración de la profesora Liliana Anfuso.

Finalmente, después de tanto trabajo, el pasado sábado 28 fue la presentación de esta reseña, en la actual iglesia, ubicada en Avenida Roca 811. Allí contaron con la presencia del obispo de Neuquén, Fernando Croxatto, que escribió el prólogo de la obra publicada.

Con fotos antiguas ilustraron los recuerdos, entramando lo rescatado en más de 50 entrevistas a vecinos y otros presbíteros. Lograron imprimir 600 ejemplares, bajo el título “La Iglesia Católica en el Departamento Lácar”, porque incluyeron además las experiencias de otros puntos de fe, repartidos por la zona. Para eso contaron con el apoyo económico de comerciantes, una compra anticipada a modo de bono contribución y un aporte del Concejo Deliberante de la ciudad, que también declaró al libro como una obra de Interés Municipal. La Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia del Neuquén, a su vez, recomendó su publicación.

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Gracias a lo investigado, se supo que las charlas sobre la necesidad de un templo para el pueblo comenzaron en 1913, 15 años después de la fundación local, establecida en 1898. Mientras tanto, las misas se realizaron en las primeras casas de familia. Recién nueve años después comenzó la construcción en madera, obra que inauguraron el 22 de abril de 1923, en lo que hoy es calle Capitán Drury 759. El lugar, por entonces, tenía sólo 1400 habitantes.

Su estructura consistía en un salón de 20×7 metros, sin despacho parroquial ni habitación para el sacerdote, dependencias que se fueron sumando luego, con el paso de los años. El altar era totalmente de madera, tallado a mano y tenía una estructura escalonada que se ornamentaba con flores. Constaba de una sola nave, techo a dos aguas con tejuelas de alerce y la cumbrera remataba con una cruz, probablemente de hierro. Pasó a ser reconocida como parroquia en 1945.

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Hoy se la conoce como Teatro San José, abierto desde febrero de 1982, después de calmar los prejuicios de la época. Hubo quienes temían que con el cambio, se profanara el espacio de uso sagrado. Sin embargo, la transición fue posible, con aprobación salesiana, y la sala pasó a llevar el nombre del actor Jorge Villalba, quien promovió la reapertura de sus puertas, entre otras iniciativas culturales. La sacristía fue convertida en camarines y en lo que había sido la nave de la capilla se colocaron los asientos para los espectadores. Por estos días estaban terminando las obras de restauración, para volver a tener funciones en cartelera.

Para los interesados que deseen adquirir el libro conmemorativo de todo este proceso, la autora indicó que podrán hacerlo en la librería del templo actual, que funciona los días lunes, martes, jueves y viernes de 10 a 12 horas.

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