Canelo, el árbol nativo que adorna los paisajes patagónicos
Desde Choele Choel, ingeniero agrónomo Gustavo Manzor comparte su conocimiento sobre esta especie autóctona.
Este árbol o arbusto nativo en Argentina se encuentra en Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, en los PN Los Glaciares Lanín, Nahuel Huapi y Los Alerces.
Se trata de Canelo (Drimys winteri) de la familia “Winteraceae” y pertenece al género “Drimys”. Se lo conoce con nombre vulgar también como: canelillo, fuñe, boighe, foiye, foiyel, foike, folle, liuche y voigue. El canelo es una especie bastante idónea para propósitos ornamentales, dada la arquitectura del árbol y el largo periodo de permanencia de sus flores; posee, además, una gran resistencia natural al ataque de insectos y microorganismos patógenos.
Hábitat: En terrenos húmedos, pantanosos, a orillas de ríos. En las regiones más altas y secas crece de forma arbustiva.
Se trata de árboles o arbustos perennifolios, de hasta 25 a 30 metros de alto – explica Manzor – con una copa piramidal, frecuentemente compacta que presenta una corteza gris-clara, lisa, gruesa, blanda y aromática.
Aspectos agronómicos: es una planta de crecimiento rápido que soporta mejor el frío que el calor excesivo. Se multiplica por semillas y estacas. Para que la semilla pueda germinar debe colectarse antes de la maduración del fruto, cuando recién comienza a ennegrecer y ser almacenada o estratificada a baja temperatura (4° C) previo tratamiento de escarificación.
Madera: Poco durable, con mucho tanino, utilizada en ebanistería.
Medicina
La corteza contiene aceites esenciales, sustancias antibacterianas sales de hierro y de calcio, además posee propiedades digestivas. Por su alto contenido de vitamina C, la corteza se ha usado para combatir el escorbuto. Contiene, p.ej. astilbina, quercetina que se utilizan contra tumores y granos.
Sobre la corteza hay también informes que contiene propiedades anti-alergénicas, anti-inflamatorias, antinociceptivas, anti-hiperanalgésicas. Las hojas contienen 3β-acetoxydrimenin, safrol, drimenol, poligodial, critomeridiol, cirsimaritina, quercetina.
En medicina popular,se emplea en muchas ocasiones. Uno de los ejemplos más comunes es emplear la corteza como tónico que tiene un sabor amargo; la corteza y las hojas por sus propiedades estimulantes, cicatrizantes, antirreumáticas, tonificantes, diuréticas, vermífugas, odontálgicas y anti- espasmódicas; las hojas se aplican también contra trastornos de la piel.
Un poco de historia
Si bien fue llevado a Europa por Guillermo Winter en 1579, quien lo había obtenido el año anterior cuando paso por sus navíos por la Patagonia, la “corteza de Winter” alcanzo su fama por sus acciones curativas. En 1776 al describirse la especie para la ciencia y fue bautizada en honor a este navegante, al igual que su familia botánica.
Pero quienes más valoraron al canelo fueron los araucanos. Lo consideraban su árbol sagrado y estaba presente en todas las ceremonias religiosas. Al decir de José Santos Biloni, esta especie era para los aborígenes lo que fue el olivo para las culturas europeas, símbolo de rectitud, paz y justicia.
Para los mapuches, el canelo captaba los mensajes enviados desde el cielo y los transmitía a los hombres sabios. Quienes sabían percibir estas señales en su corteza. Así se establecía una relación bastante particular entre cada machi (sacerdote) y el ejemplar de este árbol empleado. Incluso, se decía que la muerte del machi llevaba a igual destino a su canelo.
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