Aldo Beroisa, el dueño de los gigantes de la Ruta 22
Un accidente y una visión cambiaron su vida para siempre. Desde los 19 años, persigue esa imagen y la reproduce en monumentos gigantes que le dieron otra fisonomía a Cutral Co y Plaza Huincul, pero también a otros lugares más lejanos.
26 de febrero de 1986. 19:50. Cutral Co. El joven de 19 años está apurado por llegar a su casa. Va en un colectivo pequeño, junto a un grupo de fieles evangélicos, todos conocidos de él. Cuando llegan a la Iglesia, él se baja apurado, ansioso. No la ve: una camioneta de YPF, matrícula 0361000 lo lleva por delante, lo arrastra 25 metros, lo hiere: tiene la
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