La natación, una disciplina que regresa a cuentagotas en la región
Mientras que en Neuquén las piletas tuvieron que cerrar, en Allen el Club Unión no la abrirá porque le generaría pérdidas.
La flexibilización en materia de deportes ha sido dispar en la región. Las actividades individuales y al aire libre han corrido con mejor suerte. En el caso de la natación, su regreso es irregular y complejo.
A comienzos de junio, Neuquén incluyó a la disciplina en la lista de las habilitadas para las prácticas. Sin embargo, la vuelta de la capital, Plottier y Centenario a la fase de aislamiento obligatorio llevó al cierre de los natatorios, algo que también sucedió con los gimnasios. Hasta el 17 de julio seguirán sin abrir.
En Allen, una de las piletas más importantes es la del Club Unión, que a pesar de tener el permiso para retornar, por el momento, optó por no hacerlo. Las razones son puramente económicas.
“Con este protocolo se nos complica. Vamos a ir evaluando cada semana. No queremos endeudar el club”, señaló el presidente de la institución Jorge Gatica en diálogo con la radio local FM Líder.
Dentro de las 10 personas permitidas por turno hay que incluir al bañero y al personal de limpieza, lo que reduce el número y amplía el gasto.El costo mensual por abrir la pileta ronda los 200 mil pesos mensuales.
“Son 90 mil de gas, 30 mil de luz, 46 mil de cloro, más profesores, bañeros y limpieza. Antes lo bancábamos con las escuelas que venían a clases acá”, agregó Gatica al respecto.
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