“La miserable jubilación mínima”

En un programa radial interactivo escuché hace pocos días a varios jubilados quejarse telefónicamente de la remuneración que reciben no obstante haber trabajado durante muchos años. La mayoría con más de 40 años de labor, señalan que la paga es la mínima, de acuerdo con la ley, que resulta insuficiente para vivir dignamente. Para los que somos más antiguos escuchar esto, algunos con voz temblorosa, entristece y enoja porque sabemos, conocemos, de la riqueza de este hermoso país que debería ser suficiente para que los habitantes dentro de la frontera, no sólo los jubilados, vivamos con respetable decoro. La diversidad del generoso suelo (y subsuelo), la abundancia de riquezas en toda su extensión, el nivel de académicos y profesionales creativos dispersos en todo el país y la laboriosidad de gran parte de la población justifican plenamente esas quejas que expresan la situación de abandono en la que se encuentra una importante porción de ciudadanos que viven marginados. Los que tienen la responsabilidad de administrar mediante la legislación, la ejecución y el debido control están distraídos u ocupados haciendo seguramente los “altos deberes” para los que fueron elegidos o designados. Es como que confunden la función y utilizan ardides a favor de su propio usufructo, recurriendo a métodos demagógicos, populistas y también patrioteros. Hace mucho que venimos mal, agravándose la situación a causa del deterioro paulatino de las buenas costumbres. Éstas debían darse naturalmente si los proce- dimientos de la dirigencia fueran transparentes y equitativos. El ciudadano observa el progreso del mundo y despierta su ambición de vivir mejor, lo que es totalmente legítimo y justo. El descontento emerge lentamente de la sociedad, que se siente olvidada y socavada hasta en su propia dignidad. Este camino no es bueno y, por el contrario, puede tornarse peligroso. La persistente injusticia lleva al desorden de la anarquía, pero nuestra dirigencia (política, social, empresaria, etc.) parece no advertirla. Omar A. González, DNI 5.749.340 Neuquén