La memoria de Leticia Veraldi sigue viva, a 40 años de su secuestro
La adolescente cursaba quinto año en el colegio Belgrano de Cipolletti. Ayer se cumplió un aniversario de su desaparición y se realizó un acto en la escuela.
Pasos, corridas, silencio. Así fueron recreados los últimos momentos de Leticia Veraldi, la joven desaparecida que fue secuestrada el 4 de julio de 1977, luego de salir del colegio Manuel Belgrano de Cipolletti, durante la dictadura militar. Ayer por la tarde, amigos, estudiantes y otros que decidieron ponerse al hombro la lucha por los Derechos Humanos, la recordaron a través del canto y el teatro. La referente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Noemí Labrune, la cantautora Luisa Calcumil y el actor Jorge Onofri estuvieron presentes. “Es emocionante recordarla hoy. Leticia está hoy acá”, expresó una excompañera del colegio.
La actividad que se realizó ayer fue organizada en el CEM 89, en donde Leticia cursaba quinto año del secundario, luego de llegar desde Vicente López. En ese mismo lugar, pero 40 años más tarde, la comunidad educativa y los integrantes de la Red por la Identidad de Cipolletti decidieron recordarla para mantener viva la memoria, y rememorar a esa joven a la que le gustaba leer en su tiempo libre, además de tejer y hacer títeres junto a sus amigos.
El acto se inició con las palabras de su excompañera de escuela, Sonia Matano. “Aquel 4 de julio cuando salimos del colegio con Noemí Nuín y Leticia, era un día más. A los 20 minutos fue la última vez que vi a Leticia (…) a partir de ahí, a pesar de los silencios, de la negación y a pesar del miedo, comenzamos a vivir otra etapa”, recordó la exestudiante.
Labrune también recordó a esa joven que conocía de bebé y que vivió en su hogar, apenas llegada de Vicente López, luego de que secuestraron a sus compañeros de colegio en Buenos Aires. “Alguien dijo que esta construcción de la memoria la hacemos para el “nunca más”. También lo hacemos para que haya miles de chicos, que como Leticia, se preocupen porque el mundo sea diferente”.
“Lo importante de repetir estos actos en las escuelas es que esa llama, que antes era un lucecita muy tapada y que ahora aflora, se vaya trasmitiendo”,
expresó Noemí Labrune, de la APDH neuquina.
Datos
- “Lo importante de repetir estos actos en las escuelas es que esa llama, que antes era un lucecita muy tapada y que ahora aflora, se vaya trasmitiendo”,
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