La maestra de todos
El Centro de Jubilados Docentes de Cipolletti le rindió ayer un justo homenaje a Palmira Barbaro, que con sus 95 años fue maestra de varias generaciones, no sólo de cipoleños sino también de allenses. En un salón parroquial, al lado de la iglesia de la Sagrada Familia, Palmira recibió el cariño de sus ex alumnos, que también tienen sus años. La emoción estuvo presente en mucho tramos de la ceremonia (que sirvió además para otros propósitos), como cuando contó que conoció a su esposo, como solía ocurrir por aquellos años, en el club Cipolletti, lo que despertó recuerdos y complicidades en el auditorio, especialmente entre los más grandes. (AC)
Agustín Martínez
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