“La locura energética”
El 29/6/12 la generación de energía renovable (alternativa) en Alemania alcanzó un nuevo récord: a las 15:30 hora local el 51% del consumo eléctrico de todo el país fue cubierto de energía proveniente de fuentes alternativas, sobre todo de origen solar y eólico. Este 51% viene a ser siete veces (¡¡¡…!!!) lo que en la Argentina es el consumo máximo. En otras palabras: con la séptima parte del 51% de la generación energética de Alemania (que tiene la superficie de la provincia de Río Negro), Argentina cubriría toda su demanda energética. Y aún más avanzados están países como España, Dinamarca y Holanda. Pero no, acá seguimos apostando al petróleo y ahora al fracking, prohibido en cada vez más países productores. ¿Para qué tenemos parlamentos, representantes, funcionarios, ministros, comisiones, gobiernos…, presidente…?, si no cumplen con lo que, al asumir sus respectivos cargos, prometen: trabajar para que los ciudadanos (¡todos y todas, los de ahora y los que vendrán!) tengan un futuro mejor, más digno, con más calidad de vida (y si tomamos como parámetro la situación actual en rubros como educación, salud y seguridad, infraestructura…, la verdad, queda mucho por hacer). En otras palabras: la calidad de gestión de un gobierno se mide en base a su visión de futuro y a las decisiones y proyectos que apuntan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (y calidad de vida va mucho más allá del bienestar material). ¿Y qué tenemos? Gobiernos y funcionarios que se preocupan por sus bolsillos y por cómo llenar las arcas para repartir y garantizar los votos que les permiten mantenerse en el poder. Sólo así me explico lo de Chevron, de Barrik Gold y de tantos otros, que se llevan todo dejando un futuro de miseria para los que todavía no han nacido. Esto no es sólo complicidad, es lisa y llanamente un crimen. Y la única respuesta que tienen ante la resistencia de los pocos que se oponen, es la represión policial. Los que hace no tanto tiempo movieron cielo y tierra para avanzar con la privatización de YPF son los mismos que el año pasado la “reestatizaron” con el argumento de recuperar la soberanía energética. El verdadero trasfondo de esta maniobra era el dinero que, así esperaban, generaría la empresa para la castigada caja. Pero este sueño parece no cumplirse, la caja hace cada vez más agua, por eso y (¡oh sorpresa!) nuevamente: son los mismos actores que se arrodillaron ante Chevron, haciéndonos creer que sería lo mejor para nuestro país, es decir, para nuestro presente y futuro y el de las generaciones venideras. ¿Y nosotros?, ¿no nos damos cuenta que están hipotecando el futuro de nuestros hijos y nietos?, ¿no somos capaces de reflexionar sobre lo que nos pasa, sobre lo que nos imponen?, ¿lo único que vale, y que nuestros ojos quieren ver, es el dinero rápido, la solución a corto plazo? El hecho de que nuestro país tenga que importar energía por más de 12.000 millones de dólares (cada año) no se debe a la falta de recursos propios, sino sencillamente es la consecuencia de una pésima planificación y la ausencia total de profesionalismo, mezclado con un altísimo nivel de corrupción de nuestra casta gobernante (¿qué prometieron al hacerse cargo?). ¿No nos damos cuenta que nos están echando arena en los ojos? En los discursos hablan del mal de las corporaciones multinacionales y demonizan al neoliberalismo de la década de los noventa y al mismo tiempo firman contratos secretos con los representantes del sistema que tanto odian. ¿¡Hasta cuándo seguiremos durmiendo, hasta cuándo…!? Dr. H. C. Reiner Kalmbach Pastor luterano Allen – San Martín de los Andes
Dr. H. C. Reiner Kalmbach Pastor luterano Allen-San Martín de los Andes
El 29/6/12 la generación de energía renovable (alternativa) en Alemania alcanzó un nuevo récord: a las 15:30 hora local el 51% del consumo eléctrico de todo el país fue cubierto de energía proveniente de fuentes alternativas, sobre todo de origen solar y eólico. Este 51% viene a ser siete veces (¡¡¡…!!!) lo que en la Argentina es el consumo máximo. En otras palabras: con la séptima parte del 51% de la generación energética de Alemania (que tiene la superficie de la provincia de Río Negro), Argentina cubriría toda su demanda energética. Y aún más avanzados están países como España, Dinamarca y Holanda. Pero no, acá seguimos apostando al petróleo y ahora al fracking, prohibido en cada vez más países productores. ¿Para qué tenemos parlamentos, representantes, funcionarios, ministros, comisiones, gobiernos…, presidente…?, si no cumplen con lo que, al asumir sus respectivos cargos, prometen: trabajar para que los ciudadanos (¡todos y todas, los de ahora y los que vendrán!) tengan un futuro mejor, más digno, con más calidad de vida (y si tomamos como parámetro la situación actual en rubros como educación, salud y seguridad, infraestructura…, la verdad, queda mucho por hacer). En otras palabras: la calidad de gestión de un gobierno se mide en base a su visión de futuro y a las decisiones y proyectos que apuntan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (y calidad de vida va mucho más allá del bienestar material). ¿Y qué tenemos? Gobiernos y funcionarios que se preocupan por sus bolsillos y por cómo llenar las arcas para repartir y garantizar los votos que les permiten mantenerse en el poder. Sólo así me explico lo de Chevron, de Barrik Gold y de tantos otros, que se llevan todo dejando un futuro de miseria para los que todavía no han nacido. Esto no es sólo complicidad, es lisa y llanamente un crimen. Y la única respuesta que tienen ante la resistencia de los pocos que se oponen, es la represión policial. Los que hace no tanto tiempo movieron cielo y tierra para avanzar con la privatización de YPF son los mismos que el año pasado la “reestatizaron” con el argumento de recuperar la soberanía energética. El verdadero trasfondo de esta maniobra era el dinero que, así esperaban, generaría la empresa para la castigada caja. Pero este sueño parece no cumplirse, la caja hace cada vez más agua, por eso y (¡oh sorpresa!) nuevamente: son los mismos actores que se arrodillaron ante Chevron, haciéndonos creer que sería lo mejor para nuestro país, es decir, para nuestro presente y futuro y el de las generaciones venideras. ¿Y nosotros?, ¿no nos damos cuenta que están hipotecando el futuro de nuestros hijos y nietos?, ¿no somos capaces de reflexionar sobre lo que nos pasa, sobre lo que nos imponen?, ¿lo único que vale, y que nuestros ojos quieren ver, es el dinero rápido, la solución a corto plazo? El hecho de que nuestro país tenga que importar energía por más de 12.000 millones de dólares (cada año) no se debe a la falta de recursos propios, sino sencillamente es la consecuencia de una pésima planificación y la ausencia total de profesionalismo, mezclado con un altísimo nivel de corrupción de nuestra casta gobernante (¿qué prometieron al hacerse cargo?). ¿No nos damos cuenta que nos están echando arena en los ojos? En los discursos hablan del mal de las corporaciones multinacionales y demonizan al neoliberalismo de la década de los noventa y al mismo tiempo firman contratos secretos con los representantes del sistema que tanto odian. ¿¡Hasta cuándo seguiremos durmiendo, hasta cuándo...!? Dr. H. C. Reiner Kalmbach Pastor luterano Allen - San Martín de los Andes
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