La Lobería, una reserva con balneario natural
<i>antes de llegar a la reserva hay extensas playas con piletones de rocas formados naturalmente. </i>
VIEDMA(AV)- El llanto de los bebés que hacen eco en los acantilados no dejan duda que los nacimientos ya comenzaron. Algo tardíos en comparación con otras temporadas pero es la época de las pariciones y el momento más tierno del año en el apostadero de lobos marinos de Punta Bermeja. También el de mayor cantidad de visitantes. Este es el primer apostadero de lobos marinos de un pelo de la Patagonia y uno de los más importantes del mundo.
Se espera que este año sea tan productivo como el anterior en el que se registraron 1.300 crías que completaron una población de 4.777, la mayor concentración de más de 9.000 lobos marinos de un pelo que viven en la costa atlántica rionegrina en las seis loberías ubicadas en Pozo Salado, en Faro Belén, la zona del puerto de San Antonio Este y dos en Sierra Grande.
Se la puede visitar todos los días de 10 a 18 y desde un mirador en la cima del acantilado observar esa enorme explanada rocosa donde se encuentra la población de lobos. En ese escenario los protagonistas descansan, rugen, las hembras paren con la ayuda de las gaviotas que limpian las improvisadas salas se parto al aire libre. Allí mismo los machos disputan por sus harenes que defienden con los filosos colmillos y bramidos similares a los de un león, poniéndole el cuerpo de unos 400 kilos a la situación.
Sucede que las hembras no alcanzan a recuperarse del parto que ingresan nuevamente en celo para iniciar un nuevo y largo ciclo de gestación que se extiende por 340 días. Distintas escenas de la naturaleza dignas de conocer y observar desde las alturas. A los lobos se suman en muy pequeña escala los elefantes marinos que desde hace años eligieron esta reserva para parir y luego afincarse. En setiembre nacieron más de 20, según confirmó el biólogo Lucas Albornoz, técnico de Áreas Protegidas y Fauna de la secretaría de Medio Ambiente.
Para disfrutar del sol
A la playa –protegida del viento por los acantilados– se accede por una escalera de cemento o por medio de un cablecarril.
Falta de recolección de residuos. No hay un camping ni proveeduría, como sí hubo en otros años.
Fui a Playas Doradas. tranquilidad absoluta y buen trato de la gente del lugar.
Sebastian Luis
General Roca
Hermosas Playas Doradas. Mucha tranquilidad, buena gente pero el camino está para correr el Dakar!
Fede Riffo
Centenario
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