La importancia de ser puntuales en el trabajo

Cada uno es responsable de disciplinarse para estar a tiempo y cumplir con las obligaciones en el trabajo. En estos días muchas personas se olvidaron poner en práctica el valor de la puntualidad, y prefieren tirar la culpa de sus retrasos a los problemas que no son responsabilidad de ellos y prefieren culpar a hechos externos y no decir la verdad sobre el tema. Por ejemplo al tráfico en las calles, o a un problema mecánico de último momento, o bien decir que su medio de transporte público se retrasó. Estas eventuales circunstancia son propicias para poder dejar su nombre “limpio” frente a los demás, sin tener que reconocer que lo que realmente sucede es que carecen de carácter, orden y eficiencia para cumplir sus deberes laborales.

Sin embargo, en lo que menos se piensa es que la impuntualidad habla mucho de uno mismo, ya que habla sobre la nula o escasa organización que tener tiempo de planificar las actividades y de una agenda laboral determinada, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?

La falta de coordinación en las actividades para poder estar a tiempo donde tenemos que estar, solo demuestra la importancia que tiene para algunas personas un determinado evento.

En este caso, si debemos asistir a una reunión para cerrar un negocio, una entrevista para buscar a empleo, una cita con el director del centro de estudios, hacemos todo por estar a tiempo, pero si es a reunión donde estarán personas que no frecuentamos y conocemos poco, el amigo de siempre, o una persona nos representa una menor importancia, hacemos todo lo necesario para no estar a tiempo.

Para ser puntual debemos de estar consciente que todos los eventos, reuniones, personas, actividades o citas son importantes.

Nuestra palabra debería de ser la garantía para contar con nuestra presencia en el momento preciso y necesario.

La puntualidad es un valor y es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.

Raquel Martín, en su artículo publicado en Forbes.es “¿Por qué es importante la puntualidad en el trabajo?”, destaca que la puntualidad también puede hacer que el resto de los integrantes del equipo confíen en esa persona puntual, si es así seguramente el trabajador tendrá otras cualidades como puede ser el orden, que representa también a una persona que es responsable.

Así se ganará el respeto de sus compañeros de trabajo porque ellos consideran que es una persona puntual y máxime si es un líder del grupo.

Lo que se comunica

La puntualidad transmite cosas positivas a nuestros compañeros, empleador y a los que están a nuestro alrededor. Demuestra que la persona esta interesada y dedicada a su labor, que es capaz de manejar la responsabilidad. Si se llega a tiempo a las actividades relacionadas al trabajo y a se prueba que uno es capaz de respetar a los demás. La puntualidad proyecta compromiso y sentido de profesionalismo.

Cuando los empleados son puntuales, el lugar de trabajo funciona mucho más como un todo. Por ejemplo, cuando todo el mundo llega a tiempo a una reunión, ésta puede comenzar en su plena capacidad. La puntualidad ayuda a lograr un avance.

En cambio, la impuntualidad no solo afecta a la “máquina” del lugar de trabajo, afectas alas a las personas que se encuentran alrededor.

Puede conducir a que los compañeros de trabajo que llegan a tiempo se resientan si se comienzan a realizar comparaciones con los que llegan tarde. Si se llega tarde puedes perder información valiosa y provocar divisiones perjudiciales entre los empleados.

Los líderes, que son quienes influyen en el lugar de trabajo, si llegan retrasados, enviarán un mensaje de irresponsabilidad a los que ellos dirigen, lo que puede llevar a que disminuyan la confianza que había depositada en él.

En cambio, si los líderes son puntuales, exhiben una ética de trabajo a la cual aspirar y disminuye la impuntualidad en ellos.

Efectos personales

El llegar tarde produce estrés, lo que conduce a un desempeño deficiente en el trabajo. Cuando siempre se está atrasado empiezas a racionalizar la tardanza. Si este es el caso, empiezas a culpar a las circunstancias y no te concentras en buscar soluciones. El estar atrasado constantemente puede generar un patrón de comportamiento. Cuando el estar atrasado se convierte en norma, se podría poner las finanzas y el trabajo en peligro. Al llegar temprano se estará demostrando buenos modales y respeto hacia los demás, y también a uno mismo. Se dará una buena impresión y se podrá tenido en cuenta para nuevos proyectos.

Consejos para ser puntual

Si el atraso al trabajo es constante el empleado está acostumbrado a las reprimendas del jefe, si hasta le dará vergüenza llegar después de tiempo a todos lados, nunca va estar a la hora indicada y no le importará dejar esperando a los demás.

Este es el momento en que se debe cambiar de . No quiere decir que de un día para el otro se logre ser la persona más puntual del mundo, sin embargo, puedes ir modificando algunos patrones para, al menos, llegar con más holgura a tus compromisos.

Comunicación

La puntualidad comunica muchas cosas: demuestra que un empleado está dedicado al trabajo e interesado en el puesto laboral y es capaz de manejar la responsabilidad.

Ser puntual ayuda a proyectar un sentido de profesionalismo y compromiso en todo equipo de trabajo. No importa en qué escala de la pirámide ejecutiva uno se encuentre. La llegada a tiempo valoriza a uno mismo.

Para ser puntual, primero debemos ser conscientes de que toda persona, evento, reunión, actividad o cita, tiene un grado particular de importancia para respetar el horario programado.

La palabra debería ser el sinónimo de garantía para contar con la presencia en el momento preciso y necesario para una reunión. Cuando se arriba a tiempo al trabajo o a las actividades relacionadas con él, se debe demostrar que se es capaz de honrar la palabra.

La falta de puntualidad no sólo afecta el lugar de trabajo, también afecta a las personas que están dentro de ella. Todo eso puede conducir a malestares entre compañeros y provocar una división entre los mismos.

Una persona que llega tarde, resulta una molestia para el resto. La primera razón por la que hay llegar a tiempo, es por una cuestión de educación y respeto.

Reconocer este hábito

ayuda a solucionarlo

Datos

Una persona que llega tarde, resulta una molestia para el resto. La primera razón por la que hay llegar a tiempo, es por una cuestión de educación y respeto.
Si se tiene el mal hábito de la impuntualidad, primero se debe reconocer que no es lo correcto, se debe ser consciente del tiempo de los demás y responsabilízate por llegar temprano. No se debe dejar flaquear con la conocida frase “solo hoy” o “5 minutos más” porque entonces incurrimos en el mismo error.

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