La historia del perro callejero que ahora forma parte de la Policía en Viedma
Es el único can preparado en la búsqueda, detección de armas y explosivos en la capital rionegrina.
«Licera» es el nombre de un cachorro que frecuentaba la Comisaría 38 del barrio Lavalle de Viedma y se convirtió en el primer perro callejero en formar parte de la sección Canes. Además, es el único can preparado en la búsqueda, detección de armas y explosivos en la capital rionegrina.
Hace tres años atrás, Licera se acercaba a la unidad policial en busca de refugio y alimento como lo hacen muchos perros. A partir de ese momento, observaron su motivación por el juego con piedras y fue acompañando diligencias al personal de la Comisaría.
Con casi tres años cumplidos desembarcó en la sección Canes de Viedma, donde se desarrollaron distintos testeos para el trabajo judicial y luego de sortear sin dificultad las distintas pruebas, aquel perro callejero que se acercaba a la Comisaría 38 por alimento y abrigo, se incorporó a esa área especial.
En poco más de un año de entrenamiento reforzó su adiestramiento básico y reemplazó su juego por elementos de motivación para el trabajo específico de Canes de la Policía, siendo el único can preparado en búsqueda, detección de armas y explosivos a fin de colaborar con la Justicia.
Actualmente trabaja y colabora en distintos operativos de control vehicular en rutas y ejido urbano, con intervenciones de resultados positivos, colaborando recientemente con la detención de cuatro ciudadanos en el puente ferrocarretero durante el último fin de semana.
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