La H vuelve a Cipolletti para celebrar los 25 años de «Víctimas del vaciamiento»
El cuadro es bastante conocido en el metié, pero menos en la gran audiencia. Año 1994: en el estadio Monumental sucedía el Monster of Rock, un show de bandas de alto impacto internacional, lujo de una convertibilidad que todo lo podía. Un proscenio repleto de figuras como Black Sabath (que no eran los de antes pero finalmente seguían siendo las majestades satánicas) o Slayer, parte central de los cuatro grandes del Thrash. Y muy al principio del set, Hermética, un grupo surgido de una de las cabezas de esa Hidra fundante que resultó V8 en los 80. Y de todas, la que se había quedado con la figura tan totémica como controvertida de Ricardo Iorio.
Entonces, la anécdota. Casi la mitad del público decidió irse luego de escuchar a Hermética, más o menos a las cinco de la tarde, perdiéndose el resto del evento. Algo sin mayor racionalidad económica (pagaste la entrada, ¡quedate a ver el show!) tanto como de consumo cultural. Pero no, en un cuadro que recuerda a los galos de Asterix y la aldea resistiendo, un cuarto del público se fue. “Están locos esos romanos”.
Hoy, 25 años después, vale pensar que tal vez el éxodo fue menos importante que lo que narra la leyenda. Es más, muchos dicen que varios se retiraron más para esquivar la glamorosa presentación de Kiss, que por lealtades locales. Sin embargo, ese gesto de solipisismo conurbano dice mucho sobre el éxito de aquella banda que será homenajeada esta noche en Cipolletti por O’Connor, Strunz, Kuadrado y Romano. Es decir, Hermética sin Iorio. Es decir, Malón.
Hermética fue parte central del metal argentino, un género que, como ningún otro, hizo de su autoidentificación un culto tan potente que se volvió un poco ensimismado, por no decir sectario. Un género como el heavy metal, que en nuestro país prescindió del satanismo tan usado por afuera, nació como un gesto a veces exagerado de resistencia. Tenía un potencia performativa de nicho, pero un problema de base en su inserción al consumo masivo.
Y sin embargo Hermética llegó en los noventa para darle voz y presencia mediática (orgullosamente aceptada) a ese público acostumbrado a ver de lejos los grandes estadios. Para llevar la turba metalera al mainstream ¿Qué cuestiones puso en juego para alcanzar tamaño logro (el que, luego de su traumática separación, nadie pensó siquiera en reintentar)? Hay una pléyade de motivos musicales, entre los que destaca sin duda la indescifrable voz de Claudio O’Connor, que llegó para desparramar agudos en años de tonos cavernosos. Pero, el gran activo de La H fue poder plasmar en sus letras y su estética el carácter de una década llena de claroscuros como fueron los 90.
Con su primer disco de estudio, el homónimo “Hermética”, editado en plena hiperinflación alfonsinista y el último, “Víctimas del Vaciamiento”, en meses donde el efecto Tequila mareaba a la macro menemista, Hermética fue quien mejor narró la ilusión y el desencanto del 1 a 1. Aunque montada en los coqueteos de Iorio con el espiritismo y la gauchesca, la lírica de La H también le dio lugar a cuestiones atemporales como la vida impersonal, el uso de los recursos naturales, la conexión con la naturaleza. Toda una agenda de temas adelantada acaso dos décadas.
En fin, un grupo que supo tanto darle el tono al sentir de los sectores populares en años en que estos se encaminaban a la tragedia como seguir ajenos al tiempo, cantándole a ese caleidoscopio llamado Argentina. Una expresión cultural mestiza, cimarrona e incómoda que será parafraseada este viernes en Cipolletti con el show de la H no murió, en el marco de un país que cada vez hace más por parecerse a ese que le dio inicio a esta aventura hace 30 años.
Por Fernando Casullo. Director Escuela de Estudios Sociales y Económicos. Sede Alto Valle – Valle Medio. Universidad Nacional de Río Negro.
Lo que tenés que saber
Show: “Víctimas del vaciamiento. 25 años”.
Lugar: Kimila (Ruta 22 Km 1214, Cipolletti.
Día y hora: este viernes, a las 21.
Bandas invitadas: De Armas, Detox y Caballo Salvaje.
Entradas: $800.
Puntos de venta: locales Croma, Flipper (Av.Argentina 195-Neuquen), Rip Curl (Portal Patagonia Shopping -Neuquen)
Nikel (San Martin 526, Cipolletti),Hey Jude (Italia 1542, Roca). Via web: www.alpogo.com.
El cuadro es bastante conocido en el metié, pero menos en la gran audiencia. Año 1994: en el estadio Monumental sucedía el Monster of Rock, un show de bandas de alto impacto internacional, lujo de una convertibilidad que todo lo podía. Un proscenio repleto de figuras como Black Sabath (que no eran los de antes pero finalmente seguían siendo las majestades satánicas) o Slayer, parte central de los cuatro grandes del Thrash. Y muy al principio del set, Hermética, un grupo surgido de una de las cabezas de esa Hidra fundante que resultó V8 en los 80. Y de todas, la que se había quedado con la figura tan totémica como controvertida de Ricardo Iorio.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios