La familia de Florencia Soto volvió a reclamar justicia por su muerte
Consideran que la joven sufría violencia de género y que fue un femicidio. La justicia señaló que las pruebas indican que fue un suicidio.
La familia de Florencia Soto insiste que fue un femicidio y culpan a Asef. (Archivo/Captura de video)
Hoy se cumplen 13 de meses desde que Florencia Soto fue encontrada muerta con un tiro en la cabeza. Y como cada 19, su familia se concentró en las puertas de la Ciudad Judicial para reclamar justicia por la muerte de la joven de 27 años. Insisten en que se trató de un femicidio, aunque para la fiscalía las pruebas indican un suicidio.
«Para nosotros fue femicidio, y hacemos esta juntada para pedir justicia y que se esclarezca lo de mi hija. Seguimos pidiendo que se haga justicia, que se siga investigando que la causa de mi hija no quede impune«, dijo hoy Verónica Leal, madre de Florencia.
Desde la familia de la joven, que tenía un hijo de siete años y una hija de tres, apuntan contra el expolicía Omar «Turco» Asef (49), imputado por la causa que investiga a la banda protegida por policías para traficar, dato que surgió de la investigación del caso de Florencia, pero no por la muerte de la joven.
Desde la familia, aseguran que desde que Florencia comenzó esa relación, se alejó de ellos, de sus hijos e incluso les mintió sobre el lugar donde vivía. Creen que Florencia sufría violencia de género, principalmente por las conducta inhabituales que la joven manifestaba.
Según contó la madre de Florencia a RN RADIO al cumplirse un año de la muerte, fue el propio hijo de Asef quien la alertó, en la madrugada de ese 19 de abril, que algo pasaba con su hija. Al llegar a la casa de la joven en Vista Alegre, un policía le dijo que Florencia tenía «un raspón» en la cabeza y que había sido llevaba al hospital de Centenario. Lo cierto es que la joven había sido trasladada al hospital Castro Rendón, donde murió.
Verónica también denunció que en el hospital tiraron la ropa a la basura «porque estaba llena de sangre» y que la fiscal del caso, Eugenia Titanti, le rechazó como prueba los anillos manchados con sangre que ella misma guardó.
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