La exdueña del casino de Bariloche rompe lanzas con la provincia
Entretenimientos Patagonia salió a decir que su salida del negocio (que incluye las salas de El Bolsón y Jacobacci) no resultó como había sido acordada.
El gobierno provincial presentó la rescisión del contrato con la empresa Entretenimientos Patagonia SA para la explotación de casinos en la zona andina como un acuerdo de partes ajeno a cualquier controversia, pero la exconcesionaria desmintió esa versión y dejó en claro que su salida estuvo lejos de ser armoniosa.
La firma de origen correntino que explotó durante más de veinte años los casinos de Bariloche, El Bolsón y Jacobacci, se quejó de las pérdidas que le impone el pago parcial de salarios al personal aun después de su desvinculación y también acusó a la provincia de “confiscar e incautar bienes” de su propiedad para afectarlos a la futura concesión.
El gerente operativo de Entretenimientos, José Franzoy, dijo que la confiscación detectada por la empresa se desprende del pliego de licitación publicado en estos días, “que incluye las máquinas tragamonedas” instaladas bajo la concesión anterior.
Dijo que son 800 máquinas y que desconoce su valor actual porque tienen varios años de uso, pero aseguró que el costo de comprarlas nuevas sería de entre 18 y 20 mil dólares cada una.
La empresa fue apartada de la concesión cuando todavía le quedaban 12 años de contrato porque incumplió uno de los compromisos contraídos en la renovación de 2017, que la obligaba a levantar una nueva terminal de ómnibus para Bariloche, a un costo de 4,2 millones de dólares.
La empresa publica hoy una solicitada en la cual explica que esa inversión se demoró porque la provincia tardó en poner a disposición la tierra y que luego, a partir de 2018, “un cambio de escenario macroeconómico alteró radicalmente los costos de ejecución de la obra”.
Franzoy dijo que durante la espera de los terrenos conformaron una “reserva” de fondos para afrontar la inversión, pero reconoció que “con el diario del lunes, fue un error no tener ese dinero en dólares”.
Recordó que con el gobierno anterior (de Alberto Weretilneck) acordaron la rescisión y se comprometieron a permanecer seis meses más a cargo de las salas de juego mientras la provincia encontraba otro operador.
Aseguró que ese convenio venció a comienzos de junio y desde entonces la empresa no tenía ninguna obligación de afrontar los salarios de los 350 empleados, “pero continuó con el pago del 25% acordado con el gremio, para no dejar a los empleados desamparados”. Otro 50% los cubrió el Estado con el programa ATP.
Franzoy dijo que si no había otra empresa operadora, a partir de junio la carga salarial debió ser asumida por el Estado provincial.
Según el gerente del casino, la empresa es propietaria del local céntrico en Bariloche, ubicado sobre calle San Martín, y alquila el anexo de Onelli. Dijo que el futuro titular de la concesión podría continuar en las mismas dependencias si paga una locación.
Descontó que la licitación va a encontrar oferentes porque “Bariloche es una plaza muy valorada”, pero estimó que el propósito de la provincia de avanzar con la licitación en tiempo récord y adjudicarla antes de fin de año “es de muy difícil cumplimiento”.
“Yo llevo 20 años en la actividad y no he visto nunca una licitación, ni acá ni en ningún lado, que se resuelva en tres meses, menos en esta situación del Covid”, aseguró el empresario.
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