La espuma política que está en aumento

PANORAMA POLÍTICO DE NEUQUÉN

Subir o bajar la espuma fue la visión del dirigente de los estatales neuquinos, Carlos Quintriqueo, para bajar las acciones de los disidentes que protagonizaron una medida de fuerza sin precedentes, por la escasez de logística de apoyo.

La lógica que aplicó es que ayer se iban a depositar los bonos en las cuentas de los estatales lo que iba a servir para bajar la espuma de la disconformidad con el acuerdo que selló, y que prevé unos $15.000 en dos cuotas y una suba del 12%.

El concepto de espuma con poco chocolate hace referencia a que uno se alardea de lo que carece.
La gestión de Omar Gutiérrez sorteó la segunda semana de disputa con el gremio ATEN que se manifestó alrededor de la sede gubernamental de Roca, Rioja y Belgrano de la ciudad, aunque sólo recibió un berrinche del jefe de Gabinete Sebastián González. Es como que el uso a tiempo completo del protestódromo de la capital no interfiriera en la administración de la gestión política provincial, o tal vez sea la espuma sin el chocolate que observó el dirigente gremial.

Los dos grandes sindicatos de Neuquén, ATE y ATEN, se cruzan gentilezas de vez en cuanto pero esta semana quedaron de un lado y de otro de una grieta de cabotaje. Lo que a la gestión del MPNsaca de quicio es el asambleísmo del gremio que conduce Marcelo Guagliardo. No fue casual que el viernes cuando hicieron una pausa en la permanencia, el titular del sindicato hiciera una defensa visceral del sistema por su historia y por el resultado histórico, salvo una vez, dijo.

El destinatario fue Quintriqueo que, por el sistema de ATE, se maneja por delegados y no por asambleas aunque agenció mecanismos de autodefensa. Si bien acordó un 12% más los montos fijos, puso un tapón: si otro gremio logra un aumento mejor, se debe compartir. De esta forma, se sentó en la tribuna a la espera de que en el cuadrilátero se defina la disputa. Ergo, muy friendly con el poder pero sin abandonar la opción de sumarse a la mejora que, salvo una vez, como dijo Guagliardo, terminó siempre ganando el gremio. Incluso cuando llevaron fuego a un lugar donde había pólvora seca (derecho de autor de la frase corresponde a Felipe Sapag) en 1997, en Cutral Co, cuando se produjo la muerte de Teresa Rodríguez.

Se generó una grieta entre los dos gremios estatales con mayor protagonismo y es la forma de ser amistosos, a veces con trampas, con el MPN.

Así como los gremios levantan espuma, las coaliciones políticas son especialistas. Hay una realidad incontrastable en Neuquén, más allá de las reformas políticas nacional y provincial, y es que son los liderazgos (decisorios o administrativos) los que se fortalecen en detrimento de los tradicionales partidos políticos.
Las elecciones PASO fueron utilizadas dos veces por el MPN y por los partidos de izquierda. Los frentes con ascendencia nacional las obviaron para resolver sus disputas por decisiones de sus líderes.

En el Frente de Todos batalla uno de los dos tejedores de la política neuquina que quedaron, el senador Oscar Parrilli, y en Juntos por el Cambio el lugar que dejó Horacio Pechi Quiroga marcó una dispersión de intereses y juegos de ganancias y pérdidas que aún no está resuelto.

Surge un debate subterráneo, por ahora, en las decisiones de los liderazgos dentro de los partidos y coaliciones que luego, en el poder, se desdibujan.

En el MPNsobresalen los dirigentes de la ciudad de Neuquén, Mariano Gaido, quien goza de cierta independencia dentro de la lista Azul que conduce Jorge Sapag en cuanto a mover fichas dentro de lo que denomina “Neuquén Puede” de forma tal de salir en búsqueda de los heridos propios y ajenos para urdir un entramado de poder que, con las cuentas en orden, le da resultado. Si se repite el show de colectoras para el concejo o se avanza a un proyecto más unificado, aún es una incógnita.

Es decir que las decisiones de los liderazgos minan la esencia de los partidos políticos y al MPN le tocará jugar con fuego en esta ocasión para sacar brillo de su calidad de federal. Con la poca discusión interna en los estamentos formales de conducción, hay una observación crítica hacia la elaboración de listas cuyos integrantes, luego, hacen turismo político cuando visitan localidades del interior con espuma y poco chocolate.